A través del Vía Crucis podemos reflexionar sobre los momentos y los sufrimientos vividos por Jesús desde que fue puesto en prisión hasta su crucifixión.
Vía crucis significa «Camino de la Cruz». Su difusión se vincula a la Orden Franciscana, no tal cual la conocemos el día de hoy, puesto que su devoción fue creciendo fuertemente en todas partes del mundo. Por eso, te invitamos a rezarlo y recordar con amor y mucho agradecimiento todo lo que Jesús sufrió para salvarnos y limpiarnos el pecado. Esta oración está dividida en 14 estaciones y cada una representa un momento de la Pasión de Cristo. En algunos casos se le añade una décimo quinta estación dedicada a la resurrección de Cristo.
Oración
De la Madre María Angélica Álvarez Icaza (Sierva De Dios)
Por la señal de la Santa Cruz,
de nuestros enemigos, líbranos Señor Dios Nuestro,
en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, amén.
En los rostros conocemos a las personas,
y si se trata del rostro del verbo hecho hombre
y sufriente en su pasión, no podemos sino adorar al Dios
que nos ha salvado de tal Manera, en este Vía Crucis íntimo
podremos contemplar el rostro Divino de Jesús en cada estación,
con La Luz, penetración y unción que recibió la Madre María Angélica,
después de comulgar y que le hacía exclamar
*Muéstranos tu rostro y seremos salvo* porque escuchó,
«El que me ve a Mí ve al Padre”
Acto de Contrición
Cuánto te amo Jesús mío,
cuánto aborrezco el pecado,
amor mío Crucificado pido mil de tu perdón,
yo te amaré más lo sabes,
cada culpa perdonada,
es unión más apretada,
con tu amante corazón.
1ª Estación: Jesús es condenado a muerte
Rostro sagrado de mi Jesús
de tal belleza como que ocultas al Verbo eterno.
Bajo tu corona de espinas, ensangrentado, herido,
humillado, sin levantar los ojos recibes tu sentencia de muerte,
con tu rostro sereno como quien lo ha previsto,
lo ha aceptado todo y está firme en llevar a cabo la obra de nuestra redención.
Rostro varonilmente bello de mi Jesús,
que tu recuerdo me haga aceptar la voluntad de tu Padre en todos los acontecimientos.
R: Muéstranos tu rostro y seremos salvos
2ª Estación: Jesús se abraza con la Cruz
Rostro abatido de mi Jesús,
que lo levantas a mirar la cruz con amor.
Rostro cubierto de sangre y de heridas,
al mirarla te reanimas como quien encuentra lo que ardientemente deseaba.
Que ésa sea mi actitud cuando me entregues una cruz cualquiera que sea.
R: Muéstranos tu rostro y seremos salvos
3ª Estación: Jesús cae por primera vez
Rostro adorado de mi Jesús, que caes en la tierra por primera vez;
Al levantarte mírame y purifícame para que pueda acercarme a Ti…
R: Muéstranos tu rostro y seremos salvos
4ª Estación: Jesús se encuentra con su Santísima Madre
Rostro bellísimo de mi Jesús,
al encontrarte con tu Santísima Madre tu Rostro
toma una expresión indefinible de amor y dolor.
No tienes que hablar pues te sientes comprendido por María.
Que yo también te comprenda siempre
pues que me escogiste para esposa tuya.
R: Muéstranos tu rostro y seremos salvos
5ª Estación: Jesús es ayudado por el Cirinieo
Rostro agradecido de mi Jesús, para quien te ayuda a llevar la cruz.
Concédeme ayudarte de alguna manera sin otra recompensa que mirar tu Rostro.
R: Muéstranos tu rostro y seremos salvos
6ª Estación: Jesús ante la Verónica
Rostro adorable de mi Jesús,
quien te busca te halla y te recibe en lo íntimo de su alma.
Que sea así para mí y para todos los que amo.
Danos como a la Verónica tu retrato,
quedando tu Rostro impreso en lo íntimo de nuestras almas,
o mejor concédenos que por amor,
imitación y transformación seamos tu vivo Retrato.
R: Muéstranos tu rostro y seremos salvos
7ª Estación: Jesús cae por Segunda vez
Rostro humillado de mi Jesús, que caes por segunda vez hasta el polvo de la tierra…
¿Qué podrá lastimarme ni humillarme contemplando tus profundas humillaciones?…
R: Muéstranos tu rostro y seremos salvos
8ª Estación: Jesús consuela a las mujeres de Jerusalén
Rostro compasivo de mi Jesús, olvidas tus propios sufrimientos a vista de quienes necesitan consuelo.
Que yo me olvide de mí misma en todos los casos y brinde paz, alegría y consuelo a los que me rodean.
R: Muéstranos tu rostro y seremos salvos
9ª Estación: Jesús cae por tercera vez
Rostro humildísimo de mi Jesús,
que por tercera vez caes al suelo,
cada vez más agotado y dolorido.
Te pido por ésta profunda humillación tuya
que libres a nuestras almas de caer en el infierno
y de caer en pecados y faltas voluntarias.
R: Muéstranos tu rostro y seremos salvos
10ª Estación: Jesús es despojado de sus vestiduras
Rostro purísimo de mi Jesús,
lleno de rubor y humillación al ser despojado de tus vestiduras.
Renueva la faz de la tierra
con un soplo divino de pureza
y haz que yo viva despojada de lo que no eres tú.
R: Muéstranos tu rostro y seremos salvos
11ª Estación: Jesús es clavado en la Cruz
Rostro amadísimo de mi Jesús
que expresas sentir dolor agudísimo
al ser clavado en la cruz.
Que yo viva siempre clavada contigo en la misma cruz,
fiel y constante en ser toda tuya , cueste lo que cueste.
R: Muéstranos tu rostro y seremos salvos
12ª Estación: Jesús muere en la Cruz
Rostro agonizante de mi Jesús en la cruz, de tus labios moribundos quiero aprender:
A perdonar. A confiar.
A vivir con la Santísima Virgen y tenerla por madre.
A tener sed de la salvación de las almas.
A cumplir con mis deberes y con las misiones
que tú me has confiado. A recurrir a Ti, si llego a sentir desamparo.
Y a entregar mi espíritu en tus manos.
Al inclinar tu Rostro inclínate hasta mi pequeñez
y antes de morir dame un beso de paz y misericordia y amor.
Recíbeme a la hora de mi muerte.
Muéstrame tu Rostro en esa hora y quede prendada de Ti eternamente.
R: Muéstranos tu rostro y seremos salvos
13ª Estación: Jesús en los brazos de su Madre
Rostro lívido pero hermosísimo de mi Jesús,
quiero contemplarte en los brazos de María y no separarme jamás de Ti…
R: Muéstranos tu rostro y seremos salvos
14ª Estación: Jesús es colocado en el sepulcro
Rostro divino de mi Jesús, velado ahora para mí,
enséñame a ser generosa contigo
y a esperar entre las sombras de la muerte
el momento de ver tu Rostro glorioso y que me llames
para vivir contigo eternamente en el cielo. Amén.
R: Muéstranos tu rostro y seremos salvos
Oración Final
Oh Dios que nos has dado en el rostro de tu hijo Jesús,
un espejo sin mancha de tu divinidad
concédenos que por la contemplación de este Divino Rostro
consigamos la posesión eterna de aquel a quien tanto amamos,
y que contigo vive y Reina en la unidad del Espíritu Santo,
Dios por todos los siglos de los siglos. Amén
R: Muéstranos tu rostro y seremos salvos
Origen
En la Ciudad Vieja de Jerusalén encontramos la calle Vía Dolorosa, esta calle ha sido considerada como parte del itinerario de Cristo cuando cargo la cruz hacia su crucifixión. En esta misma calle se marcan nueve de las 15 estaciones del Vía Crucis y, según tradición, era visitada diariamente por la Santa María virgen.
También se dice que San Jerónimo, Padre de la Iglesia, escribió sobre los peregrinos que llegaban a esta calle desde todos los países a rendir culto a los santos de la época, sin embargo, no hay una prueba que demuestre que esta devoción haya empezado en los primeros siglos.
Sin embargo, desde el siglo XII los peregrinos escriben sobre esta ruta recordando la pasión de Cristo a la cual llaman «Vía Sacra». Y si bien, no se tiene la seguridad de cuándo surgieron las estaciones tal cual las conocemos hoy en día, es muy probable que hayan sido los franciscanos quienes las hayan iniciado puesto que, en 1342, se les concedió la custodia de los lugares más preciados de la Tierra Santa.
Promesas
Nuestro Señor Jesucristo prometió para los devotos del Vía Crucis:
«Yo concederé todo cuanto se me pidiere con fe, durante el rezo del Vía Crucis.»
«Yo prometo la vida eterna a los que, de vez en cuando, se aplican a rezar el Vía Crucis»
«Durante la vida, yo les acompañaré en todo lugar y tendrán Mi ayuda especial en la hora de la muerte»
«Aunque tengan más pecados que las hojas de las hierbas que crece en los campos, y más que los granos de arena en el mar, todos serán borrados por medio de esta devoción al Vía Crucis.» (Nota: Esta devoción no elimina la obligación de confesar los pecados mortales. Se debe confesar antes de recibir la Santa Comunión.)
«Los que acostumbran rezar el vía crucis frecuentemente, gozarán de una gloria extraordinaria en el cielo»
El Vía Crucis: Un camino de reflexión y transformación
Gracias a esta oración del Vía Crucis, podemos conmemorar los episodios más resaltantes de la Pasión de Jesucristo, lo que nos invita a reflexionar sobre el Plan Divino que preparó el Santo Padre para salvarnos del pecado. Cada estación tiene un núcleo central y está expresado en un pasaje del Evangelio o también tomado de alguna tradición cristiana devota.
En la práctica, cada estación puede ir precedido o seguido de oraciones las cuales variarán según la costumbre y tradición de cada región o comunidad eclesial. De igual manera, entre estación y estación se puede introducir algún canto relacionado.
Durante el periodo de la cuaresma es propicia la práctica piadosa del Vía Crucis, que prepara el alma día tras día hasta llegar al encuentro con Cristo en la Semana Santa.
Si bien es cierto, que, el Vía Crucis es una memoria gráfica sobre los momentos más importantes de la Pasión, también nos permite contemplar el rostro doliente de Cristo, en la cual también podemos ver el rostro del pecado junto con el de la misericordia y de la salvación. También podemos contemplar su cuerpo cuya sangre nos permite estar limpios de pecado e injusticia. Sus manos y sus pies, al ser clavados nos recuerda que debemos ser obedientes y entregarnos a Él y no a la esclavitud del maligno a través del pecado.
Como vemos, Semana Santa no sólo es para recordar un evento que pasó hace muchos años y disfrutar de los días de descanso, si no, son días que nos invitan a reflexionar y a pensar sobre el increíble amor que nos tuvo y tiene Jesucristo. A dejar atrás nuestro egoísmo e indiferencia, no sólo para con Él, sino también con el prójimo.
Video de la oración:
Te compartimos estas oraciones que te ayudarán a conocer un poco más sobre la devoción a Cristo y la Santísima Virgen: “Devoción de los 6 primeros Jueves de mes”, “Devoción de los 5 primeros Sábados”, “Devoción de los 7 Dolores de la Virgen”, “Oración a los corazones unidos de Jesús”, “Oración Sacratísimo Corazón Eucarístico de Jesús”, “Oración del latido del corazón”, Oración de ofrecimiento a nuestro Señor”, “Consagración diaria a la Inmaculada”, “Oración de consagración a la Virgen María”
Mas información sobre esta oración:
Esta oración nos invita a hacer una reflexión sobre el Vía Crucis, haciendo un mayor énfasis en la reflexión sobre la verónica que enjuga el rostro de Jesús y a los que muchos le han hecho un análisis, llamándole el análisis de la sexta estación del Vía Crucis
Una versión similar es el Vía crucis de San Josemaría Escrivá de Balaguer el cual también tiene 14 misterios.