Esta oración al Sacratísimo Corazón Eucarístico de Jesús, fue revelada en las apariciones de la Virgen María y Jesucristo en Salta Argentina, a María Livia Galliano de Obeid, una ama de casa, casada y con 3 hijos, quien comienza a recibir primeras manifestaciones sobrenaturales en 1990, a las cuales no les daba tanta importancia, pero, no fue hasta que un día, escuchó que le hablaban desde su interior. Era una voz agradable y dulce, esa voz se presentaba como la Madre de Dios. Desde ese día, sintió que su vida cambio profundamente.
Si bien es cierto, María Livia no lo comenta con nadie, no es capaz de guardar el secreto, ya que, hay un cambio significativo en ella, en su alma que se llena de felicidad. Al poco tiempo, estás visiones son compartidas con parte de su familia, y se hacen cada vez más frecuentes.
Tras 5 años de apariciones, en 1995 cuando se encontraba haciendo un Vía Crucis en su dormitorio, sintió la presencia de Jesús, luego de ver su Corazón herido delante del Sagrario de su parroquia. De ese corazón brotaban gotas de sangre por cada latido que emitía. El Señor le dio a conocer el sufrimiento que había detrás de esos espasmos, un dolor físico y moral que ella no podía contener, pues era un dolor indescriptible que casi cae inconsciente. Al terminar esta aparición brotaron las siguientes palabras:
Oración
“Yo soy el Sacratísimo Corazón Eucarístico de Jesús, adórame perpetuamente en reparación”, y le dictó la siguiente oración para ser rezada a los pies del Sagrario:
Sacratísimo Corazón Eucarístico de Jesús, yo confío inmensamente en Tu Misericordia. Te pido humildemente que me des la fe que necesito para abandonarme a Tu Infinita Misericordia, porque ya se han agotado mis recursos humanos y ahora solo me cabe volverme con confianza a Tu Infinita Compasión, porque sé que Tu no desoirás mi suplica. Aquí estoy Señor a tus pies pidiendo con fervor arregles todas mis cosas y problemas, según Tu Amor y beneplácito divino,
Que sé, será lo mejor para mí, concédeme lo que te estoy pidiendo, si es para bien de mi alma.
¡Toma Señor mi problema!
¡Toma, mi corazón¡Yo confío en Ti Corazón Eucarístico de Jesús.
¡Yo Confío en Ti Corazón Eucarístico de Jesús!
¡Yo Confío en Ti Corazón Eucarístico de Jesús! “
Origen: En el año 1995, María Livia Galliano, mientras realizaba el Vía Crucis en su dormitorio, vio el corazón herido de Jesús delante del Sagrario de su parroquia. Este corazón tenía una herida muy profunda, y cada vez que latía salían gotas de sangre gruesas. En ese momento, el señor le da a conocer a María Livia su sufrimiento, su dolor físico y moral, el cual era tan fuerte, que casi provoca un desmayo en la mujer. Al mismo tiempo, el señor le mostró su infinito amor, el amor que guarda el Sagrario vivo y presente. Luego de terminar con esta visión le surgieron las palabras de esta oración.
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