Por David Warren
Quizás sea una falta de diplomacia por mi parte, pero mi actitud ante la mayoría de las controversias políticas contemporáneas podría resumirse así: “¡Estás loco!”
Esta expresión implica que no tiene sentido continuar la discusión. Después de todo, el oponente difícilmente admitirá que sufre una enfermedad mental —aunque yo mismo he reconocido que todos, incluido yo, andamos algo trastornados por estos días.
Tal es, de hecho, el estado actual del debate político. No importa con qué tema comencemos, pronto nos vemos discutiendo sobre todo lo que alguna vez se ha debatido en política; y claro, no estamos bien informados sobre todo lo que se ha debatido jamás.
La política se impone incluso en nuestras discusiones más especializadas. La religión, por ejemplo —ya sea cristiana, judía, islámica o Otra— ha quedado reducida a un rincón oscuro…
Autor: The Catholic Thing
La Nueva Era, una secta de cuidado
El reiki y la Nueva Era (New Age), se han extendido cada vez más por la sociedad buscando el bienestar físico y mental que producen. Conoce todos los detalles y…
Misericordia de Dios: Nunca se cansa de perdonarnos
La misericordia de Dios se manifiesta de diversas formas, ya sea a través del apoyo y la consolación de otras personas, del sacramento de la confesión que nos permite liberarnos…
5 maneras de oír lo que Dios te está diciendo
Dios siempre nos habla en diferentes momentos y de diferentes maneras. Esa es la premisa básica del libro Discernimiento del difunto Henri Nouwen, sacerdote católico romano, autor de 39 libros y…