Johnny Chávez ayuda a numerosos jóvenes de Brooklyn para que no entren en pandillas ni apuesten por la vía “sencilla” de la delincuencia. Y lo hace desde su propia experiencia, donde desde adolescente traficaba con heroína y llegó a pasar varias noches en el calabozo por robar. Ahora está felizmente casado, es padre de 8 hijos y es catequista del Camino Neocatecumenal en Nueva York.
“El arresto cambió todo para mí. Me hizo enderezarme y salir de las calles”, recuerda en una entrevista con The Tablet. Es un criminal callejero reformado que encontró a Jesús. “Hay una solución para tu vida y Cristo es esa solución”, explica.
De este modo, a los numerosos jóvenes a los que puede dirigirse les insiste en una idea: “Lo primero que digo es que naciste para ser libre. Y cuando te unes a una pandilla, o cuando vendes drogas, te conviertes en esclavo. Si entras en…
Autor: ReL
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