Ir a misa no es aburrido, no, si realmente sabes aprovechar este tiempo con Dios. Ir a misa no sólo es estar presente físicamente ocupando un asiento, al contrario, es un encuentro espiritual con Dios, nuestro Creador. Por eso necesitamos tener una preparación previa, tomarlo con seriedad y concentrarnos durante nuestra visita.
Aquí en Católico Activo, te queremos dar unos cuantos consejos que te ayudarán a mejorar esta experiencia, con la cual podrás acercarte mucho más a Jesús y sentir su inmenso amor.
Prepárate para ir a misa
- Conoce más a Jesús y la Iglesia estudiando sus enseñanzas, no puedes amar a Dios si no lo conoces.
- Reza todos los días, conversa con Dios, sin la oración no podrás tener poder espiritual.
- No vayas con cualquier ropa, vístete para la ocasión, es un gran encuentro con el Creador, no es una cita cualquiera.
- Sé puntual, es un evento especial, Él siempre está dispuesto cuando lo necesitas, no está demás llegar a tiempo.
- Interioriza este momento y no te distraigas conversando, reza.
Durante la misa
- No es un circo ni una comedia, vas a misa para adorar a Dios, tómalo en serio.
- Concéntrate y encuentra a Dios en todo momento mientras dura la misa
- Cada mensaje es importante y te servirá para tu vida.
- Participa activamente, cantando sin tener vergüenza, Dios no se fija en eso.
- Responde las plegarias con ánimo.
- Agradece lo bueno que tengas y si tienes dolor y sufrimiento, ofrécelos a Dios.
- Escucha la Palabra que se proclama y déjala que te desafíe.
- Encuentra un elemento de la homilía que aplicar durante la semana.
- Da el diezmo y no una propina, y entrégalo de corazón.
- Recibe a Jesús con humildad, es un momento célebre, te estas uniendo al cielo en la Tierra.
Después de la misa
- Ahora tienes el poder de evangelizar (compartir la Buena Noticia de Cristo), que es el motivo por el que existe la Iglesia.
- No dejes el mensaje en la iglesia, llévalo contigo en cada acción que vives, llévala en tu corazón. En algún «huequito» de tu corazón, «pon» los rostros y las intenciones de cada persona que te cruzaste en el camino. Todo y todos tienen que ir a Misa.
“Si comprendiéramos de verdad la Misa, moriríamos de alegría” – San Juan María Vianney
Fuente: Aleteia, Religión en Libertad