Chesterton escribió: «Este triángulo de verdades -padre, madre e hijo- no puede ser destruido; sólo puede destruir a las civilizaciones que lo ignoran» (Historia de la familia, p. 36). La sentencia es contradictoria: si la deconstrucción de la familia derriba civilizaciones, entonces es que el triángulo marido-esposa-hijos no es invulnerable, aunque las sociedades que lo destruyan paguen con su propia destrucción.
Autor: Francisco José Contreras
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