5 extraordinarios casos en los que el Señor transformo la vida de personas que no creían o vivían muy alejadas o sin conocimiento de El.
Como seres humanos, estamos propensos a pasar por altos y bajos en nuestras vidas. Es probable, que en algún momento hayas estado en una situación realmente difícil en la que tocaste fondo y perdiste la fe en la humanidad. En momentos así, debemos estar conscientes de que todo pasa, y que, aunque sintamos que hemos perdido el rumbo de nuestras vidas, Dios tiene un propósito para cada uno de nosotros.
Debemos confiar en que Dios se encuentra presente en todos los momentos de nuestra vida. A pesar de que hayamos perdido el control de lo que nos sucede y que pensemos que no hay solución para ciertos problemas, la verdad es que El Señor, está siempre de nuestro lado y reina en nuestros corazones. Si en ocasiones, no vemos sus huellas sobre la arena, es porque todo el tiempo ha estado cargándonos en sus brazos para ayudarnos a sobrepasar cualquier obstáculo que se nos presente en el camino.
A veces, queremos que nuestra vida cambie de la noche a la mañana y tenemos la esperanza de que nuestros problemas se resuelvan como por arte de magia. Dios puede hacer milagros en tu vida, sin embargo, sus tiempos difieren de los tuyos y lo más seguro es que después de las tormentas recibas las bendiciones que, desde antes de nacer, Él Señor tenía preparadas para ti.
A continuación, te presentamos varios 5 casos de pruebas fidedignas en las que, muchas personas que han perdido su rumbo, han recuperado sus vidas tras volver al camino de Dios.
Picanyol, el dibujante transformado por la fe
Picanyol es un dibujante reconocido cuya historia de sanación y reivindicación de la fe en su vida, son un ejemplo para quienes pasan por momentos difíciles. Su padre biológico le había hecho mucho daño y para Picanyol, era imposible perdonarlo.
Luego de una exhaustiva búsqueda de crecimiento espiritual, el dibujante se maravilló con el regalo de su hija menor: el Santo Rosario. Este momento, marcó el inicio de su transformación religiosa. Poco a poco, convirtió el rezo del Rosario en un hábito.
Con el tiempo, comenzó a rezar por las personas queridas y un día rezó por su padre, lo cual describe como un momento transformador y catalizador del perdón hacia su progenitor. Luego, empezó a confesarse y acudir a la Eucaristía.
Otro acontecimiento que Picayol le otorga a la divinidad fue su amor a primera vista por Lourdes, afirma que desde que conoció la basílica y la Gruta, ha asistido alrededor de 11 veces. Definitivamente, la presencia de Dios y la Virgen, lo cautivó.
Picanyol, a pesar de haber sido víctima de un padre violento es un defensor de la familia. Picanyol señala lo mal que lo pasó durante ésta difícil etapa de su vida «yo digo que lo peor era sentir, como niño, que mi padre no me amaba, que me veía como un estorbo. Se separaron, me quedé con mi madre mi padre se fue a Sitges con todo lo que tenía valor y gastando el dinero familiar. Mi madre arruinada se puso enferma. Y durante 15 años no hablé con nadie de nuestro problema. Yo veía que otras familias en el pueblo eran felices… y eso me hacía daño. Yo no quería pensar. Me llenaba de odio. Podría haber estallado como un delincuente… pero me salvó el dibujo. Dibujaba a todas horas, era mi refugio».
Picanyol afirma que, con el Rosario, María lo ayudó a encontrarse con Jesús. «Hoy me planteo, ¿por qué ha de dar un hombre su vida? ¿Por la política, por la familia? Quizá. Pero mi respuesta es que yo, si he de dar mi vida, quiero darla por Jesús».
El testimonio de Picanyol se puede ver en el documental de Vicenç Vila «Yo Creo».
Impresionante transformación: de adicto al sexo y a las drogas a predicador
Durante su adolescencia, el madrileño, Suso del Pino, sentía la necesidad de evadir sus problemas con la búsqueda de sensaciones fuertes y dañinas. Se convirtió en adicto a la pornografía y luego cayó en las drogas. Afirma que con 15 o 16 años “ya era fumador habitual”. El joven que había perdido el rumbo, no vislumbraba otra salida que la más destructora para su vida.
Un día, Del Pino, siente una herida en la espalda y testifica que no podía seguir con su vida normal debido al dolor ciático. Cuenta que un día empezó a recordar temores de su infancia y pesadillas. De un momento para otro, pegó un salto y rompió en llanto, fue como una especie de epifanía. Luego, comenzó a abrazar a sus padres y relata que fue como si la infección de una herida saliera hacia fuera para que pudiese quedar sanada.
Suso, ahora dedica su vida al voluntariado y a predicar La Palabra del Señor. Éste caso nos conmueve y nos motiva a seguir creyendo en que, a pesar de los momentos oscuros, Dios jamás nos abandona.
Pilar Soto: la presentadora de TV a la que Cristo le cambió la vida
Pilar Soto, una afamada presentadora de televisión desapareció repentinamente de la pantalla. Sufría de bulimia y durante un año ingresó 82 veces al hospital. Al estar un poco mejor, decidió participar en el programa La isla de los famosos, lo que perjudicó más a su salud, “Llegué a pesar 37 kilos y mido 1,70. Fue horrible”.
Una noche, Pilar pierde el conocimiento y se despierta en un hospital al borde de la muerte. Todo se debía a una baja mortal de potasio. Estaba agonizando en una camilla del hospital. En éste momento, los médicos le habían dicho que iba a morir y que se despidiera de todos sus familiares.
Sin embargo, Pilar tiene una visión interior de Cristo crucificado durante esa madrugada. La cual la consuela, la fortalece, y la salva sorprendentemente de la muerte: “Estaba en la cama, sabía que me moría. No podía ni hablar. Escuchaba los latidos de mi corazón y… de pronto vi a Cristo en la cruz”. A partir de este acontecimiento, Pilar obtuvo una fortaleza increíble y Dios le devolvió la vida, lo cual hizo que fuera posible su total conversión.
Dan Rose: de la oscuridad a la luz
Dan proviene de una familia hippie, alejados de la fe y la religión por completo. A temprana edad, optó por tener una visión atea de la vida, cada día creía menos en Dios.
Rose afirma que pasó por momentos muy duros durante toda su vida, “Me medicaron muchos años, entraba y salía de hospitales psiquiátricos”, también indica que “Vivía en la oscuridad, y cuanto más me alejaba de Dios o la religión, peor me sentía”.
Dan quería cambiar su vida por completo y estaba dispuesto a hacer lo posible para que eso ocurriera. Comenzó a rezar el Rosario para relajarse y como parte de su meditación “Yo tenía un insomnio terrible y sufría mucha ansiedad y depresión. Empecé a rezar el rosario como un mecanismo que me calmara. Aprendí las palabras del Padrenuestro, el Avemaría y el Gloria y recitar esas palabras era como una especie de meditación para mí. El Rosario hizo su trabajo en secreto y en silencio: Nuestra Señora me estaba acercando a la Iglesia de su Hijo sin que yo lo supiera”, afirma.
Dan Rose ahora vive plenamente junto a su familia y reza el Rosario todos los días. Este es uno de los tantos casos de conversión que nos llaman a la reflexión y a querer ser parte de los testimonios de fe que nos han asombrado, buscando la manera de acercarnos cada vez más a Dios.
Arouna: el esclavo que cruzó los Alpes nadando para encontrarse con Dios
“Porque tuve hambre, y me distéis de comer; tuve sed, y me distéis de beber; era forastero, y me acogisteis; estaba desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y acudisteis a mí”.
Este texto de la biblia gana mucho sentido cuando conocemos casos como el de Aurona, un esclavo en África que casi pierde su vida en los Alpes con el fin de obtener su libertad y quien encontró la gloria en Dios.
Aurona, fue gratamente recibido en la casa del Señor en Francia, y afirma que su encuentro con Dios, tras haberlo perdido todo y pensar que no podría salvarse, ha sido lo más maravilloso que le ha ocurrido en su vida, afirma que «Dios me ayudó, Dios me salvó».
Todos los casos anteriormente expuestos, ratifican que, a pesar de que nos encontremos en un muy mal momento, Dios se encuentra con nosotros, obrando milagros para que salgamos de esas situaciones y logremos reorientar el rumbo hasta alcanzar su gloria divina.