La madre Eugenia ha sido considerada como un pequeño profeta en una Iglesia Nueva, una luz que el Santo Padre ha brindado el mundo en tiempos de caos y oscuridad. El legado más grande de la Madre Eugenia, es el mensaje que nos hace llegar, a través de la oración al Padre Celestial. Esta es la única revelación que ha hecho Dios padre hacia ella, la cual ha sido reconocida y autenticada por la iglesia, después de 10 años de exhaustivas investigaciones.
Según Alexandre Caillot, Obispo de Grenoble, tras las investigaciones, argumenta: “La misión que se le confió a Madre Eugenia fue clara y desde el punto de vista doctrinal me parece legítima y oportuna. Misión exacta: Hacer conocer y honrar a Dios Padre, sobre todo instituir una fiesta especial pedida a la Iglesia en Su nombre”
Oración
“Padre Santo, Padre mío, en el nombre de Jesucristo Tu Hijo, perdona mis pecados y concédeme la gracia de Dios Espíritu Santo, la Sagrada Eucaristía y la poderosa intercesión de la Santísima Virgen María, amén.”
Promesas: Dios Padre, en su infinita misericordia, le prometió a Sor Eugenia Ravasio que, a todas las personas que lo “…llamarán con el nombre de Padre, aunque fuera una sola vez, no perecerán, sino que estarán seguros de su vida eterna, en compañía de los elegidos.” Él dijo: “Soy el Padre que os ama, más de cuanto ninguna otra criatura, os amará jamás. Refugiaos cerca, cerca de Mí, confiadme vuestros pensamientos y vuestros deseos.
Yo os amaré tiernamente. Os daré las gracias para el presente y bendeciré vuestro porvenir.” Por lo tanto, esta extraordinaria promesa, que cuenta con la respectiva aprobación eclesiástica, la debemos compartir con aquellas personas que se encuentran más alejadas de Dios, para que Él mismo la salve y puedan gozar de la vida eterna.
Origen: Mensaje entregado a Sor Eugenia Ravasio, en su única revelación hacia ella. Con la única misión de conocer y honrar a nuestro Santo Padre.
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