Por Stefano Lodigiani
Ciudad del Vaticano – Desde los primeros tiempos, las comunidades cristianas enterraban con el debido honor a quienes habían dado testimonio de la fe hasta dar la vida.
Los cristianos comenzaron muy pronto a venerar a sus mártires reuniéndose en torno a la tumba para celebrar el «refrigerium» con alegría, con lecturas y oraciones y, más tarde, con el rito eucarístico. Honrar al mártir significaba recordar cómo había respondido a la llamada del Señor y considerarlo un modelo para la propia vida.
Desde los tiempos de los apóstoles, según la tradición de la Iglesia, el mártir se identifica a menudo con la expresión de Tertuliano: «Christus in martyre est». En el mártir está Cristo. En referencia a Cristo, el martirio es signo de amor, no de violencia. Cuando siguen el camino indicado por los mártires, los cristianos, incluso en medio de la opresión…
Autor:
Continuar leyendo en: www.fides.org
La cultura es el camino de la Nueva Evangelización
El objetivo del Papa San Juan Pablo II de involucrar a la cultura en la Nueva Evangelización fue la construcción de una civilización del amor como fuente de libertad y…
8 Claves para activar y acercar más fieles a nuestra parroquia
Ahora es cuando se necesita recuperar la vida Espiritual y la Fe, que nos llevará a la felicidad y tranquilidad anhelada. En este artículo te daremos algunas ideas…seguir leyendo
Impresionantes evidencias de la presencia de Dios en el vino y el pan
Desde hace muchos años han ocurrido manifestaciones de Dios en el momento de la eucaristía. Se han desencadenado una serie de fenómenos, en diversos países de todo el mundo que…