El sacerdote italiano Aldo Trento dirige desde hace un cuarto de siglo la Casa de la Divina Misericordia en Asunción del Paraguay. Allí acogen a enfermos pobres con cáncer terminal o sida, ancianos o niños abandonados… En muchos casos, la atención que se les puede prestar es solo paliativa, y ayudarles a morir con el consuelo de los sacramentos.
Desde hace un tiempo, el propio Aldo Trento (que vivió una edificante historia de conversión) es víctima de una grave enfermedad que le produce grandes dolores y le obliga a desplazarse en silla de ruedas a ver a sus pacientes. Les ha escogido precisamente a ellos para el tradicional Te Deum de acción de gracias que la revista Tempi solicita a sus colaboradores en Navidad, y que publica en el número de diciembre.
Por su elevación espiritual y como profundas palabras de consuelo a todos los que sufren, lo publicamos en su…
Autor: ReL

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