Francis Ahleong estaba muy angustiado cuando se acercó peligrosamente al balcón del tercer piso de su casa en Petaling Jaya, un suburbio de Kuala Lumpur (Malasia).
De eso hace tres años, ahora se acaba de bautizar y las ideas suicidas han quedado atrás.
«Estaba deprimido, quería suicidarme», dice a UCA News Ahleong, de 27 años. En 2020 trabajaba en una tienda de equipos de buceo, en un centro comercial cerca de Kuala Lumpur. El confinamiento había obligado a cerrar temporalmente, como a muchos otros negocios.
«Una voz me dijo que entrar en casa y leyera mi Biblia»
La falta de ingresos, la falta de socialización y la ansiedad lo llevaron a querer saltar desde su balcón. Pero, cuando estaba a punto de hacerlo, «escuché una voz que me decía que saliera del balcón, entrara en casa y leyera mi Biblia. No sé si fue Dios o un ángel«, comenta.
Francis Ahleong no era…
Autor: ReL
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