Nuestra nueva incorporación a la Comunidad de Lanceros en la corresponsalía de Barcelona nos cuenta que al cardenal Juan José Omella, alias Juanjo para los amigos, no sólo para los de su pueblo, se le ha endurecido el carácter.
Está sacando lo mejor de sí mismo, el nervio maño. Le quedan muchos frentes abiertos, poco tiempo en la Conferencia Episcopal, algo más en Barna o Barca o Barsa. Le ha salido la vena mandona. Esto lo dicen en su diócesis. Ya no es el mismo, comentan por los pasillos de la calle del Bisbe. Antes se mostraba complaciente, gracioso, agradecido, simpático, bromista, dicharachero. Ahora, como le falta poco tiempo, quiere marcharse con los deberes hechos. Cabe la posibilidad de que el papa Francisco le haya apretado las tuercas. No hay que descartar tampoco que la aparición estelar de Cobo, alias el Meteorito, le esté obligando a forzar la máquina.
Continuar leyendo en: infovaticana.com
El mundo necesita discípulos católicos contraculturales
¿Qué hay de ti y de mí? ¿Has muerto al pecado? ¿Vives para Dios? ¿Persigues la santidad? ¿Estás rezando íntimamente todos los días? ¿Proclamas el Evangelio? Estas son algunas de…
La cultura es el camino de la Nueva Evangelización
El objetivo del Papa San Juan Pablo II de involucrar a la cultura en la Nueva Evangelización fue la construcción de una civilización del amor como fuente de libertad y…
Adoración Perpetua: Qué es y por qué cambiará tu vida
La adoración perpetua o eucarística es un método de oración personal profunda que durante siglos muchos santos han recomendado practicar. Sigue leyendo este artículo para que conozcas más detalles que…