Autor: Ramón Rabre
San Onofre, anacoreta. 12 de junio.
«Querido hermano Pafnucio, el Señor mi Dios no te abandonará, que Él te bendiga y te confirme en su amor, e ilumine tus ojos para que veas su bondad. Que Él te libre de todas las trampas y asaltos del diablo, y termine en ti el buen trabajo que has comenzado. Que sus ángeles te guarden en el terrible día del Señor«.
Fueron estas las últimas palabras del eremita Onofre a Pafnucio. Pero, ¿quiénes son estos dos personajes?
Leyenda Oriental.
Según cuenta la leyenda, era Pafnucio abad de un monasterio del desierto cuando un día que se retiró al yermo. Luego de varios días de penitencia vio a lo lejos una extraña bestia de dos patas, cubierta de pelos y ceñida con hojas de palma. Al ver que se le acercaba, Pafnucio huyó despavorido a un monte, pero el ser le siguió y al llegar a los pies de la colina habló, porque hombre era: «Santo varón, desciende;…