El pasado domingo, en horario de máxima audiencia, MasterChef Junior, un programa emitido por RTVE, cruzó una línea imperdonable: permitir que niños imitaran un paso de baile obsceno popularizado por la cantante Aitana.
Lo que debería ser un espacio de entretenimiento sano y educativo se ha convertido en un escaparate de la degradación cultural y moral que la propia televisión pública fomenta sin ningún tipo de reparo.
La Televisión Pública: culpable y cómplice
Este espectáculo no fue un accidente. No fue algo improvisado ni un descuido en directo. Fue planeado, realizado, posproducido y emitido con total deliberación. Cada fragmento de este programa pasó por las manos de un equipo de edición, dirección y producción. Y, sin embargo, ninguna de estas personas levantó una sola alarma ante lo que estaban mostrando. ¿Qué clase de profesional considera esto adecuado…
Autor: Jaime Gurpegui
5 maneras de oír lo que Dios te está diciendo
Dios siempre nos habla en diferentes momentos y de diferentes maneras. Esa es la premisa básica del libro Discernimiento del difunto Henri Nouwen, sacerdote católico romano, autor de 39 libros y…
Existencia de DIOS: 16 Pruebas irrefutables (e innegables)
Recopilación de 16 pruebas empíricas y científicas de la existencia de Dios. ¿Existe Dios? ¿todo ha sido creado por casualidad? La existencia de un Creador es un tema del que…
El cielo es la Plenitud de la comunión con Dios
Aprendamos un poco más sobre la comunión con Dios y cómo nos ayuda a mejorar nuestra vida y, al mismo tiempo, ayuda a mejorar la vida de los demás, porque…