Nos parece hoy en día impensable -especialmente a la gente más joven- imaginar un mundo como el de nuestros abuelos (o bisabuelos, en algunos casos), en el que el cómputo del tiempo, parcial o total, diario o anual, se realizaba sin relojes ni calendarios. Resulta tarea más que ardua intentar explicar a los mozalbetes de hogaño que la gente se guiaba por las campanas de iglesias o conventos -del pueblo o del vecindario- para saber en qué momento del día vivía. O que cifraban las fechas dignas de recordar, no por número de día y mes (“tú naciste el 13 de octubre…”), sino por unos santorales (“nos casamos tu padre y yo por San Andrés…”) que no necesitaban de almanaques colgados en las paredes o metidos en las carteras… y menos en el móvil… porque se recordaban de memoria.
‘El Ángelus’ (1859) de Jean-François Millet: un alto en el trabajo ante la…
Autor: Ignacio G. Pérez de la Sota
La Iglesia al fin de los tiempos
Artículo realizado por el Padre Emmanuel André X. El Advenimiento del Juez Supremo Vano es intentar precisar la hora en que tendrá lugar el segundo advenimiento de Nuestro Señor,siendo como es…
Mitos sobre el yoga, el budismo y otras prácticas espiritistas que te alejan de Dios
El padre Luzón advierte sobre los posibles peligros y consecuencias de involucrarse en estas prácticas desde una perspectiva cristiana. ¡Continúa leyendo y no te pierdas los detalles sobre los mitos…
No celebres Halloween, sino quieres rendir a Satán sin saberlo.
Holywins, es la alternativa al culto a los demonios que celebramos cada primero de noviembre Tal vez muchos de nosotros hemos celebrado Halloween cuando éramos niños, porque nos parecía divertido…