La promesa de crear relaciones estables parece tener, de raíz, una base precaria, por responder, a menudo, a un mero sentimiento, sometido a los vaivenes del tiempo y del estado anímico de cada persona. De ahí la tendencia actual a pensar que toda promesa es, de por sí, efímera, que significa etimológicamente «cosa de un día». ¿Tiene sentido hacer una promesa sin conocer de antemano los cambios que puede experimentar nuestra sensibilidad a través de los años?
La firmeza singular de las promesas
En una promesa firme, dos o más personas quedan interiormente vinculadas. ¿Qué solidez tiene esta vinculación? ¿Podrá resistir el paso del tiempo y los vaivenes del sentimiento? Una experiencia juvenil me da pie a la esperanza.
A punto de trasladarme a Múnich (Alemania), por los años 60, para preparar mis tesis de licenciatura y doctorado, el gran escritor Gonzalo…
Autor: Alfonso López Quintás
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La adoración perpetua o eucarística es un método de oración personal profunda que durante siglos muchos santos han recomendado practicar. Sigue leyendo este artículo para que conozcas más detalles que…
Informe anual Planned Parenthood USA 2020, indica que asesinó a 383.000 bebés en abortos
Lo llamemos como lo llamemos es un asesinato, un asesinato del que luego se aprovecha todo, sangre, vísceras etc. para diversas industrias. No, nos podemos quejar los humanos del siglo…
Articulo Juan Manuel de Prada ‘Un Poco de Paciencia’
Terminábamos nuestro artículo anterior con una observación muy atinada de Concepción Arenal, que nos alertaba sobre los males más pavorosos, que no son los que «las leyes condenan y la…



















