En 2021 murió el científico y antiguo jesuita Emiliano Aguirre, considerado «el padre de Atapuerca», que recibió junto con sus colaboradores el Premio Príncipe de Asturias de Investigación 1998. Lo hizo el mismo año que el Museo Nacional de Ciencias Naturales -de orígenes católicos– cumplía el 250 aniversario de su fundación. Precisamente hace unos días se celebró un homenaje a su persona en dicha institución, en el que se subrayó la importancia científica del personaje.
Se recordó que a Emiliano Aguirre se le considera el padre de Atapuerca, más importante yacimiento de homínidos del mundo. No se hizo prácticamente ninguna referencia a que el grueso de su producción científica lo llevó a cabo siendo sacerdote jesuita. Sí se hizo alusión al hecho de que Emiliano estudió ciencias naturales por obediencia a sus superiores, ya que quería ser de letras. No dudaron en señalar que Emiliano fue un extraordinario científico y el principal artífice de que el libro ‘La Evolución’ se publicara en la Biblioteca de Autores Cristianos (BAC), con ‘Nihil Obstat’ incluido.
Un museo lleno de fósiles en el seminario de Barcelona
Emiliano Aguirre no fue ni mucho menos el único sacerdote católico de la historia de España que contribuyó de manera importante al avance científico internacional. Un ramillete de sacerdotes geólogos y paleontólogos, una cadena de maestros y discípulos, los podemos encontrar en el origen de una importante institución científica todavía en activo, el Museo Geológico del Seminario Conciliar de Barcelona (Mgsb.es).
Este museo se fundó en 1874 y pertenece al arzobispado de Barcelona. Recibe fósiles sin cesar. En diciembre de 2020, el número de taxones inventariados era de más de 86.000. Su biblioteca especializada supera los 17.000 títulos. Cuenta con un laboratorio para preparar fósiles y un archivo histórico importantísimo, fruto en buena parte del trabajo de los sacerdotes científicos que han trabajado con el Museo.
Erizos de mar fósiles en el Museo de Geología del Seminario de Barcelona. Este museo tiene inventariados 86.000 taxones.
Almera: cura, experto en fósiles y creador del Museo Geológico del Seminario
Todo comenzó con el sacerdote Jaime Almera (1845-1919). Cursó sus estudios eclesiásticos al mismo tiempo que los de ciencias físicas y naturales, de los que acabó siendo doctor. Estos últimos los cursó en obediencia a su obispo, que quería que fuese profesor de Ciencias Naturales en el seminario conciliar.
Pronto incorporó actividades prácticas a sus clases, y a partir de las colecciones que fue haciendo terminó montando un museo, que llamó Museo de Paleontología y Geognosia del Seminario de Barcelona, el hoy Museo Geológico de dicha institución. Por la necesidad de clasificar los fósiles, comenzó a estudiarlos, y acabo haciéndose socio de la ‘Societé Géologique Française’.
Se convirtió en un experto de fósiles de moluscos españoles. Participó ya como experto en la elaboración del Mapa Geológico español, tarea en la que brilló por su exactitud y minuciosidad. Acabó siendo un geólogo con fama internacional. En el Congreso Geológico Internacional de Londres de 1888, presentó un trabajo sobre moluscos marinos del género Cancellaria en el que aportaba la lista de más de 600 especies de moluscos fósiles españoles.
En 1894, en el Congreso Geológico Internacional de Zurich, presentó un trabajo sobre los Graptolites del Tibidabo. Escribió el “Catálogo de los moluscos fósiles pliocenos de Cataluña” (1892) con el eminente paleontólogo Arturo Bofill. La magnitud internacional y científica de su figura se aprecia en que varias especies llevan su nombre, entre ellas en el neuróptero descubierto por el jesuita Longinos Navás: Chrysopa almerai.
Tras ser nombrado decano del capítulo de canónigos de la sede episcopal de Barcelona, daba su sueldo íntegro al Hospital General de la Santa Cruz, del cual era el administrador.
Los sacerdote Jaume Almera y Josep Ramon Bataller, primer y segundo director del Museo Geológico del Seminario de Barcelona.
Geología, religión y el ejemplo del padre Almera, creador del Museo de Geología del Seminario de Barcelona.
Bataller: sacerdote y palentólogo… y la Guerra Civil
El valenciano José Ramón Bataller Calatayud (1890-1962) fue otro cura católico especializado en paleontología que dirigió el Museo Geológico sucediendo al Rvdo P. Jaime Almera en 1926. Bataller, discípulo de Almera, fue además uno de los geólogos más importantes de la historia de España. Publicó más de 200 títulos científicos.
Bataller nació en el seno de una familia agrícola que emigró a Barcelona, a causa de las pérdidas irreparables que la plaga de la filoxera había ocasionado en las viñas de su propiedad. Ingresó en el seminario a los 16 años, por influencia del Dr. Almera, que rápido le aficionó como director del Museo a las ciencias naturales. Se ordenó sacerdote en 1917. En 1919 se licenció en Ciencias Naturales y en 1920 era nombrado profesor de Ciencias Naturales en la Escuela Superior de Agricultura de Barcelona, asignatura que enseñó durante cuarenta años. Así inició su labor científica en paleontología.
En 1920 se doctoró en la Universidad de Madrid con la tesis titulada “El Jurásico de la provincia de Tarragona”. Pensionado en Francia por la Junta de Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas, hizo trabajos paleontológicos en las Universidades de Lyon y Toulouse y estableció relaciones con los más importantes geólogos extranjeros.
Desgraciadamente el 22 de julio de 1936 el Frente Popular arrasó el Museo Geológico del Seminario Conciliar de Barcelona, manifestando así bien a las claras su «amor por la ciencia». No se acabó con todo lo que allí se guardaba gracias a la intervención del influyente escultor Federico Marés, junto con socios del Centro Excursionista Catalán y su presidente Jose M. Blanc. Una de las estancias que pudo protegerse fue la Biblioteca, salvándose así las primeras ediciones de los textos de Jaime Almera.
El Dr. Bataller pudo publicar tres libros durante la Guerra Civil ocultando su condición de católico, uno de casi 300 páginas y 120 figuras y publicado por la Escuela Superior de Agricultura. Tras la guerra, Bataller pudo reconstruir e incluso ampliar el Museo del seminario, que llegó a tener de nuevo 70.000 entradas de fósiles.
También se encargó a Bataller la clasificación de muchas colecciones del Museo del Instituto Geológico y Minero de España en Madrid que hoy pueden verse. En 1949 fue nombrado primer Catedrático de Paleontología y Geología Histórica de la Universidad de Barcelona. Tenía como profesor adjunto a otro sacerdote del seminario, el Dr. Luis Vía Boada.
El CSIC le nombró colaborador en la Sección de Geomorfología de Barcelona (1950) y director en su Sección de Paleontología. También impulsó la creación de la Sección de Bioestratigrafía del CSIC. En 1951 el Museo Geológico del Seminario Conciliar de Barcelona pasó a ser centro adscrito al CSIC. Y Bataller fue también el promotor y Director de la Sociedad Catalana de Geografía entre 1948-1954.
Mosén Vía: buscando cangrejos fósiles con su scooter Lambretta
El siguiente director del Museo Geológico del Seminario fue el también sacerdote Luis Vía Boada (1910-1991), que había sido colaborador de Bataller durante 15 años. Sus compañeros investigadores le llamaban Mosén Vía. Se ordenó sacerdote católico en 1935. De 1946-1951 cursó la licenciatura en Ciencias Naturales en Madrid.
Sus excursiones científicas en una pequeña moto scooter marca Lambretta le llevaron a obtener el grado de doctor en 1959, con un estudio sobre cangrejos fósiles que le consagró como experto carcinólogo y recibió el Premio Nacional de Ciencias Alonso Herrera y el Premio Extraordinario de Doctorado de la Universidad de Barcelona.
Cangrejos fósiles ‘catalaunicus’ de mosén Via, en el Museo geológico del Seminario de Barcelona.
Fundó en 1966 la Sección de Bioestratigrafía del Patronato Alfonso X El Sabio del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, siendo nombrado Investigador Científico del mismo en 1970. Su trabajo siempre implicó una colaboración estrecha con el Instituto Jaime Almera del CSIC y el Museo del Seminario. En 1968 fue nombrado profesor agregado de la Facultad de Teología de Barcelona. Diversos científicos le dedicaron 14 nuevas especies y un género.
Lluis Via, geólogo, paleontólogo y sacerdote.
El actual director, el sacerdote escolapio Sebastián Calzada
Sebastián Calzada Badía es desde 1992 el director del Museo Geológico del Seminario. Religioso escolapio, fue ordenado sacerdote en 1955. Se doctoró en Ciencias Geológicas en 1975 y es especialista en braquiópodos y gasterópodos del Cretácico. Ha descubierto 18 especies nuevas y descrito dos géneros nuevos. Los colegas le han dedicado unas 10 especies nuevas. Tiene más de 300 artículos científicos publicados y es el director de la revista bianual del museo, Batalleria.
Impulsó y consolidó la Asociación de Amigos del Museo (1994) con la ayuda de mosén Santiago Casanova (1922-2011), primer presidente de dicha asociación (cuota anual de 25 euros al año). También facilitó a D. José Mª Asensi la creación de la Sala Carles de finalidad didáctica, inaugurada el 2000.
El subdirector, Francesc Nicolau: un divulgador culto e incansable
Desde 1992, el subdirector del Museo del Seminario es el sacerdote Francesc Nicolau Pous (Molins de Rey, 1930). Ingresó a los 11 años en el Seminario menor de Barcelona y Bataller fue uno de sus maestros. Se licenció en Teología en la Universidad Gregoriana de Roma, en la que estudió de 1950 al 1954. Y después se licenció en Ciencias Exactas en la Universidad de Barcelona (1954-1959), especializándose en Astronomía. Conoce 14 idiomas (catalán, español, latín, griego bíblico, hebreo, italiano, francés, inglés, alemán, portugués, esperanto, nociones de euskera, ruso…).
Ha sido profesor de Matemáticas, Lógica, Griego bíblico, Filosofía de la Naturaleza, Ciencia y Filosofía, Didáctica de la Matemática... Siempre se esforzó por hacer divulgación científica: en revistas infantiles como Cavall Fort (en lengua catalana), en revistas religiosas como Catalunya Cristiana, Teologia avui, Temes d’avui y otras como Va i Ve (San Feliú de Llobregat). También con libros y conferencias en Museo Geológico del Seminario.
Toda su obra divulgativa sobre ciencia e historia de la Iglesia en la ciencia es una gran exposición de cómo las instituciones y personalidades católicas han fomentado el avance de la ciencia, también en el campo de los fósiles, la paleontología y las Ciencias Naturales, como demuestra el Museo del Seminario y su historia.
Un fan de la geología y los fósiles se adentra con detalle en el Museo en este vídeo en YouTube (22 min.)