Queridos lectores, como pueden observar, el título del artículo de hoy consiste en la formulación del Cuarto Mandamiento de la Ley de Dios. He querido referirme a él, pues, en los tiempos que corren, me parece más que pertinente traerlo a consideración; no tanto en relación a los hijos menores de edad, sino, sobre todo, en cuanto a los hijos mayores de edad, respecto a sus padres ya entrados en la ancianidad. Ello es así, porque, aunque sé que existen hijos muy buenos, que asisten con solicitud a sus padres ya ancianos, velan por ellos y les tratan con cariño, también soy consciente de que se dan abundantes casos, extraordinariamente lamentables, de hijos adultos que se desentienden por completo de sus padres y, no solamente no miran por ellos, sino que ni siquiera mantienen con ellos el menor trato; o tienen un trato francamente escaso. Y esto, incluso, en el momento…
Autor: Lina Veracruz
Los beneficios de la oración
“Más que nada, la oración te permite echar un vistazo a tu interior y alinearlo con el corazón de Dios. La oración no es un monólogo en el cual nos…
7 pasos para una parroquia: de tener «consumidores de sacramentos» a multiplicar los discípulos
«Id y bautizad y haced discípulos», pedía Jesús. Las parroquias, bautizar, bautizan. Bautizan a cualquier bebé que les lleven. Pero ¿hacen discípulos? Un discípulo es alguien que tiene una relación…
Milagros Eucarísticos de los últimos años
Probar la existencia de un milagro como tal puede ser una ardua labor que ha asumido la ciencia a fin de darnos respuestas. Uno de los milagros eucarísticos que más evidenciamos…..