El pasado 15 de junio, aprovechando mi estancia en Salamanca, visité la villa ducal de Alba de Tormes. ¡Qué regalo poder tener un momento de oración frente a la urna que guarda los restos de Santa Teresa de Jesús, a quien ya llamo, “la santa” con el mismo cariño de tantos que la siguen! Fue un momento para recordar a una gran maestra, una compañera de camino. Hace unos años estaba atravesando por una crisis de fe y gracias a una de sus obras, el Libro de la vida, salí de la dificultad. La santa es realmente una respuesta a los retos de nuestro tiempo. ¡Una grande de España para el mundo!
Autor: Carlos J. Díaz Rodríguez
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