Los que mueren en amistad de Dios pero no están suficientemente preparados para entrar inmediatamente en el Cielo (lo que, según parece probable, incluiría a casi todos los creyentes que mueren confesados) pasan tras la muerte un proceso de purificación («probados como por fuego», dice la Biblia) que la tradición latina llama Purgatorio. Los vivos pueden ayudar a sus seres queridos difuntos con un «empujón final» para ayudarles a llegar al Cielo mediante el poder que Cristo dio a la Iglesia a través de las indulgencias: actos de oración y devoción que ayudan a los difuntos.
Autor: ReL
¿Cómo rezar cuándo nos abruma las preocupaciones?
Las emociones que acompañan a las crisis son a menudo descritas como una sensación similar a olas gigantes rompiendo tú alrededor. Por eso, en sus Ejercicios Espirituales, San Ignacio de Loyola proporcionaba el…
No celebres Halloween, sino quieres rendir a Satán sin saberlo.
Holywins, es la alternativa al culto a los demonios que celebramos cada primero de noviembre Tal vez muchos de nosotros hemos celebrado Halloween cuando éramos niños, porque nos parecía divertido…
Cómo afirmar la veracidad de los evangelios
Hay una técnica muy utilizada por los detectives para encontrar información que les ayude a armar el cuadro completo de una escena, es el Soporte Involuntario entre Testigos. Esta técnica…