Autor: ReL
San Ignacio de Loyola creó los ejercicios espirituales y también el ejercicio de oración que él llamaba “Examen Diario” y que según el gran santo jesuita debía ser “el cuarto de hora más importante del día” para una persona.
Se trata de un repaso del día para presentárselo a Dios junto a los avatares del día a día, incluso a las cosas más insignificantes. Se repasa el pasado más reciente para encontrar a Dios y sus bendiciones en la vida cotidiana.
Han pasado casi cinco siglos desde entonces pero este examen diario sigue siendo tan válido como entonces. Ha ayudado a millones de católicos en este tiempo y aún hoy es una herramienta muy útil para los creyentes.
El padre Ed Broom, sacerdote oblato y gran divulgador de la espiritualidad ignaciana, anima a todos a realizar este examen diario. “Si se hace los frutos son innumerables y las bendiciones copiosas”, asegura. En su opinión,…