Autor: Monseñor Héctor Aguer
En Lourdes, María se mostró a Bernadette con un Rosario en sus manos; pasaba las cuentas pero no se movían sus labios. Su gesto animó a la niña a rezar. Hoy la contemplamos como si estuviéramos viéndola, y oyendo que nos dice: «¿No estoy aquí yo, que soy tu Madre?».

Continuar leyendo en: www.infocatolica.com
Los 18 beneficios de asistir a la Santa Misa
La misa es el encuentro con Dios Nuestro Señor, pero no sólo con Él, también con nuestro interior, haciendo que mejoremos cada día más como personas. Este encuentro con Nuestro…
Cómo afirmar la veracidad de los evangelios
Hay una técnica muy utilizada por los detectives para encontrar información que les ayude a armar el cuadro completo de una escena, es el Soporte Involuntario entre Testigos. Esta técnica…
7 pasos para una parroquia: de tener «consumidores de sacramentos» a multiplicar los discípulos
«Id y bautizad y haced discípulos», pedía Jesús. Las parroquias, bautizar, bautizan. Bautizan a cualquier bebé que les lleven. Pero ¿hacen discípulos? Un discípulo es alguien que tiene una relación…