Es un episodio muy conocido, que los muchos enemigos de España, tantos de ellos españoles, utilizan para ilustrar la “oscuridad”, la “ranciedumbre” de aquella España del s. XVI que, según imaginan en sus más contumaces pesadillas, tanto asustaba a las mentes más preclaras de la época, entre las cuales ni más ni menos que la del gran Erasmo de Rotterdam.
Por desgracia para ellos, -aunque poco les importa y la siguen utilizando para sus pérfidos propósitos-, conocemos bien la historia de la frase, demasiado bien de hecho.
Todo empieza con la invitación que le gira el Cardenal Cisneros al gran autor humanista en 1517 para venir a España y trabajar en la Universidad de Alcalá de Henares que acaba de fundar dieciocho años antes. No es, naturalmente, en la carta de rechazo, donde el flamenco expresa su opinión sobre nuestro…
Autor: En cuerpo y alma

Continuar leyendo en: www.religionenlibertad.com
Misericordia de Dios: Nunca se cansa de perdonarnos
La misericordia de Dios se manifiesta de diversas formas, ya sea a través del apoyo y la consolación de otras personas, del sacramento de la confesión que nos permite liberarnos…
El cielo es la Plenitud de la comunión con Dios
Aprendamos un poco más sobre la comunión con Dios y cómo nos ayuda a mejorar nuestra vida y, al mismo tiempo, ayuda a mejorar la vida de los demás, porque…
¿Cómo ayudar a las Almas de tu familia en el Purgatorio a llegar al Cielo?
“No basta ser santo ante los hombres, sino que hay que serlo delante de Dios. ¡Recen por mí!”. Palabras impactantes del Monseñor Marengo, Obispo de Carrara, a una religiosa de María Auxiliadora…