Autor: Ramón Rabre
Beato Juan, carmelita y Patriarca de Jerusalén. 1 de agosto.
Sus padres se llamaban Jessé y María, y eran judíos fieles a la ley de Moisés, como descendientes de David que eran. Como eran buenos y piadosos, la Santísima Virgen se les apareció y les dijo que así como Ella, de la casa de David había dado a luz a la Luz del mundo, ellos concebirían dos hijos, que serían luz en el mundo. «Serán» – dijo la Madre de Dios – «dos candeleros lucientes en el Templo del Señor, y dos olivas floridas en el Monte Carmelo. Al primero llamaréis Ángelo; al segundo Juan. Aquel alcanzará glorioso triunfo de martirio por el Nombre de mi Hijo. Este será Patriarca de Jerusalén, que gobernará con vara de virtud y de milagros; y siempre tendré a los dos debajo de mi amparo«. Los esposos se convirtieron y fueron bautizados esa misma Pascua de 1186. Concibieron en Pentecostés, después de días de oración y…
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