Cuando Mary Sue se puso de parto en 1981 creyó perderlo todo. Su hijo, Jacob, no solo llegaba prematuro, sino también con un quiste en el riñón que amenazaba aún más su frágil vida. Tanto para ella como para el bebé que nacía y su padre, Kenneth, comenzaba una larga travesía que en todo momento estaría marcada por la lucha por vivir y defender al pequeño de quienes menos esperaban, pero también plagada de milagros y una comunidad que afloró y se unió en torno al pequeño.
Autor: J.M.C.
8 razones que explican por qué muchos católicos ni evangelizan ni se lo han planteado ni plantearán
Dwight Longenecker es un conocido sacerdote católico con amplia experiencia. Converso al catolicismo su camino hacia la Iglesia fue paulatino pues pasó de pastor fundamentalista protestante a evangélico de tipo carismático, luego…
La ciencia confirma el tipo de sangre que se encuentra en hostias investigadas en milagros eucarísticos
La ciencia lo confirma: se encuentra la misma sangre tipo AB en hostias investigadas en milagros eucarísticos acaecidos en diversos
Articulo Juan Manuel de Prada ‘Un Poco de Paciencia’
Terminábamos nuestro artículo anterior con una observación muy atinada de Concepción Arenal, que nos alertaba sobre los males más pavorosos, que no son los que «las leyes condenan y la…