La Fe es un acto de profunda confianza en Dios, en su amor por nosotros. No importa cuán frágil o cuán fuerte sea nuestro corazón. Lo que importa es dejarlo entrar a Dios dentro nuestro y permitirle que sea Él quien conduzca nuestra vida. La oración nos ayuda a poner la confianza en Dios, nos permite comprender que incluso en las vicisitudes y en las necesidades, Dios siempre está con nosotros, nos sostiene, nos guía, nos acompaña, de maneras palpables. Depende de nosotros darle espacio en nuestra vida, dejarlo a Él que nos moldee a su manera y nos toque la fibra de nuestro corazón con su amor.