Dios es misterio inabarcable y no nos va a alcanzar la vida para conocerlo totalmente. Cada vez que nos encontramos con su amor, descubrimos algo nuevo en nuestra vida, algo diferente, algo que colma nuestro corazón. Su amor es eterno por cada uno de nosotros. Él nos apacienta, calma nuestros miedos y nos renueva el corazón. Dios sabe transformar nuestros dolores y angustias en un nuevo sentido, en una manera diferente de mirar la vida. Si lo dejamos actuar en la intimidad, Él podrá sanar nuestro corazón, sacarnos de nuestros desconciertos y enseñarnos a dejarnos encontrar por su amor. Descubrámoslo moldeándonos con ternura dentro nuestro.