Antes de ocurrir la tercera aparición de la Guadalupana Juan Diego se sentía comprometido para cumplir con la misión que la Virgen le había encomendado, por eso al día siguiente, domingo, luego de haber ido a misa se va en búsqueda del Obispo Juan de Zumárraga para hacerle llegar nuevamente el mensaje de la Guadalupana.
El obispo, para estar seguro que no era in invento de él, le hizo varias preguntas con respecto a esta revelación, le pregunto cómo era la Virgen, que aspecto tenía, dónde la había visto y muchas otras preguntas más. A pesar de las respuestas creíbles de Juan Diego, el obispo seguía incrédulo, por lo que, atinó a pedirle que la Virgen le envié una prueba de su existencia.
Juan Diego aceptó sin vacilar, lo que le hizo sospechar al obispo, por eso, mandó a que lo siguiera para ver con quién se reunía, pero lo llegaron a perder cerca de un puente de madera. Mientras tanto, ocurrió la tercera aparición Guadalupana, aprovechando Juan Diego, en darle la respuesta del obispo.
Tomado del Nican Mopohua de Don Antonio Valeriano
- Al día siguiente, domingo, bien todavía en la nochecilla, todo aún estaba oscuro, de allá salió, de su casa, se vino derecho a Tlatilolco, vino a saber lo que pertenece a Dios y a ser contado en lista; luego para ver al Señor Obispo.
- Y a eso de las diez fue cuando ya estuvo preparado: se había oído Misa y se había nombrado lista y se había dispersado la multitud.
- Y Juan Diego luego fue al palacio del Señor Obispo.
- Y en cuanto llegó hizo toda la lucha por verlo, y con mucho trabajo otra vez lo vió;
- a sus pies se hincó, lloró, se puso triste al hablarle, al descubrirle la palabra, el aliento de la Reina del Cielo,
- que ojalá fuera creída la embajada, la voluntad de la Perfecta Virgen, de hacerle, de erigirle su casita sagrada, en donde había dicho, en donde la quería.
- Y el Gobernante Obispo muchísimas cosas le preguntó, le investigó, para poder cerciorarse, dónde la había visto, cómo era Ella, todo absolutamente se lo contó al Señor Obispo.
- Y aunque todo absolutamente se lo declaró, y en cada cosa vió, admiró que aparecía con toda claridad que Ella era la Perfecta Virgen, la Amable, Maravillosa Madre de Nuestro Salvador Nuestro Señor Jesucristo,
- sin embargo, no luego se realizó.
- Dijo que no sólo por su palabra, su petición, se haría, se realizaría lo que él pedía,
- que era muy necesaria alguna otra señal para poder ser creído cómo a él lo enviaba la Reina del Cielo en persona.
- Tan pronto como lo oyó Juan Diego, le dijo al Obispo:
- 80.»Señor Gobernante, considera cuál será la señal que pides, porque luego iré a pedírsela a la Reina del Cielo que me envió”.
- Y habiendo visto el Obispo que ratificaba, que en nada vacilaba ni dudaba, luego lo despacha.
- Y en cuanto se viene, luego les manda a algunos de los de su casa en los que tenía absoluta confianza, que lo vinieran siguiendo, que bien lo observaran a dónde iba, a quién veía, con quien hablaba.
- Y así se hizo. Y Juan Diego luego se vino derecho. Siguió la calzada.
- Y los que lo seguían, donde sale la barranca cerca del Tepeyac, en el puente de madera lo vinieron a perder. Y aunque por todas partes buscaron, ya por ninguna lo vieron.
- Y así se volvieron. No sólo porque con ello se fastidiaron grandemente, sino también porque les impidió su intento, los hizo enojar.
- Así le fueron a contar al Señor Obispo, le metieron en la cabeza que no le creyera, le dijeron cómo nomás le contaba mentiras, que nada más inventaba lo que venía a decirle, o que sólo soñaba o imaginaba lo que le decía, lo que le pedía.
- Y bien así lo determinaron que, si otra vez venía, regresaba, allí lo agarrarían, y fuertemente lo castigarían, para que ya no volviera a decir mentiras ni a alborotar a la gente.
- Entre tanto, Juan Diego estaba con la Santísima Virgen, diciéndole la respuesta que traía del Señor Obispo;
- la que, oída por la Señora, le dijo:
- “Bien esta, hijito mío, volverás aquí mañana para que lleves al obispo la señal que te ha pedido;
- Con eso te creerá y acerca de esto ya no dudará ni de ti sospechará;
- Y sábete, hijito mío, que yo te pagare tu cuidado y el trabajo y cansancio que por mi has impendido;
- Ea, vete ahora; que mañana aquí te aguardo”.
Origen
El documento primitivo de las Apariciones de la Virgen de Guadalupe en México bajo la advocación de Guadalupe, es el “NICAN MOPOHUA”, llamado así porque comienza con esas dos palabras que significan “Aquí se narra”. Escrito en Náhuatl, idioma natal de Don Antonio Valeriano, indio noble y sabio. El P. Florencia refiere que la fecha de este escrito, podría ser aproximadamente entre 1540 a 1545, años cercanos a la fecha de la muerte de Juan Diego.
Promesa
Gracias a las apariciones de la Guadalupana, el continente americano comenzó su unión bajo la Fe, logrando las conversiones de millones de indios americanos al amor del Santo Padre. La Virgen de Guadalupe sigue cumpliendo la promesa de cuidarnos y velar por nuestras necesidades, evitando que nos desviemos del camino que nos lleva a Jesucristo.
La humildad como camino a la gracia con la tercera aparición de la Guadalupana
En esta tercera aparición de la Guadalupana podemos ver como el obispo sigue sin creerle a Juan Diego sobre las Apariciones de la Virgen de Guadalupe, y es que seguro él esperaba una comunicación más creíble o tal vez de una persona más influyente. También podemos ver como la desconfianza hace que el obispo lo persiga Juan Diego para ver si le está mintiendo, pero lo llegan a perder en el camino mientras sucede la tercera aparición de la Guadalupana.
Si somos humildes de corazón vamos a poder obtener todas las gracias del Santo Padre, y podremos ver sin problema cuál es nuestra misión dentro de la iglesia, sin necesidad de pedir una muestra tangible, porque todas las pruebas estarán dentro de nuestro espíritu.
La Virgen de Guadalupe nos promete unión entre nosotros y entre los pueblos, por lo que debemos seguir con su misión y ayudar a otras personas a encontrar el camino a través de la conversión. Igualmente, no olvidemos la Promesa de la Virgen de Guadalupe que es es Pro Vida, puesto que nos muestra su embarazo, siendo esta la señal perfecta para que todos abracemos la vida y ayudemos a todas las mujeres y parejas que están pensando en cometer el pecado del aborto, ya sea porque se sienten presionados por su economía o por intereses egoístas.
Video de la oración:
Conoce la historia completa ingresando a estos enlaces: “Introducción a las Apariciones Guadalupanas”, “Primera Aparición de la Guadalupana”, “Segunda Aparición de la Guadalupana”, “Cuarta Aparición de la Guadalupana” y “Quinta Aparición de la Guadalupana”
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Mas información sobre esta oración:
Juan Diego y la Virgen de Guadalupe nos demuestran que debemos ser sencillos de corazón y tener una Fe inquebrantable para recibir los mensajes del Cielo. En esta tercera aparición de la Virgen de Guadalupe vemos como el Obispo cree que lo que dice Juan Diego es mentira, pero luego se dará cuenta que no es así, como lo podremos ver en la quinta aparición de la virgen de Guadalupe.