Pidamos a nuestra Madre Santa su intercesión por nosotros a través una de estas invocaciones, rezando el Rosario a la Virgen del Carmen con letanías.
A través de este Rosario a la Virgen del Carmen – letanías a la Virgen o en las diferentes versiones de la Coronilla de la Virgen del Carmen, podemos pedir un favor a la Santísima. Según la tradición, la Virgen del Carmen se presentó el 16 de julio de 1.251 ante el religioso inglés San Simón Stock a quien le entregó los símbolos máximos de su culto: sus hábitos y escapulario, convirtiéndolo en uno de los personajes centrales de la historia de la Orden del Carmen, la cual surgió alrededor del siglo XII.
Oración
Señor ten piedad, Señor ten piedad.
Cristo ten piedad, Cristo ten piedad.
Señor ten piedad, Señor ten piedad.
Cristo óyenos, Cristo óyenos.
Cristo escúchanos, Cristo escúchanos.
Dios Padre celestial, Ten piedad de nosotros.
Dios Hijo Redentor del mundo, Ten piedad de nosotros.
Dios Espíritu Santo, Ten piedad de nosotros
Trinidad Santa, un solo Dios, Ten piedad de nosotros.
Santa María, Madre de Dios, Ten piedad de nosotros.
Madre del que busca a Dios, Ruega por nosotros.
Madre del que rema para Dios, Ruega por nosotros.
Madre del que mira al cielo, Ruega por nosotros.
Madre del que busca la tierra, Ruega por nosotros.
Virgen del horizonte abierto, Ruega por nosotros.
Virgen que camina sobre las aguas, Ruega por nosotros.
Virgen con el timón de la fe, Ruega por nosotros.
Virgen con la vela de la esperanza, Ruega por nosotros.
Virgen con la vela del amor, Ruega por nosotros.
Virgen con la vela de la gracia, Ruega por nosotros.
Virgen con el ancla del temor de Dios, Ruega por nosotros.
Vencedora de toda tormenta, Ruega por nosotros.
Vencedora de todo miedo, Ruega por nosotros.
Vencedora en todo peligro, Ruega por nosotros.
Reina de los océanos, Ruega por nosotros.
Reina de los marineros, Ruega por nosotros.
Reina de los que confían en Dios, Ruega por nosotros.
Reina de los que se dejan empujar por Dios, Ruega por nosotros.
Reina de los pescadores, Ruega por nosotros.
Estrella de los mares, Ruega por nosotros.
Estrella del anochecer, Ruega por nosotros.
Estrella que da paso al amanecer, Ruega por nosotros.
Estrella que guía a buen puerto, Ruega por nosotros.
Estrella que ilumina la noche, Ruega por nosotros.
Mano que calma la desorientación, Ruega por nosotros.
Mano que cura las heridas, Ruega por nosotros.
Mano que conduce hacia el destino, Ruega por nosotros.
Mano que eleva el espíritu, Ruega por nosotros.
Mano que levanta al abatido, Ruega por nosotros.
Mano que socorre al perdido, Ruega por nosotros.
Mano que empuja la barca de nuestra fe, Ruega por nosotros.
Santa María, Virgen del Carmelo, Ruega por nosotros.
En nuestro navegar con la Iglesia. Ayúdanos Virgen del Carmen
En nuestro miedo a profundizar las verdades de la fe. Ayúdanos Virgen del Carmen.
En nuestra cobardía para hacer frente a las tormentas de cada día. Ayúdanos Virgen del Carmen.
En nuestro intento de quedarnos en firme tierra sin surcar mares para Dios. Ayúdanos Virgen del Carmen.
En la tentación de dejar los remos de la fe, de la iglesia o la Eucaristía. Ayúdanos Virgen del Carmen.
En la salud y en la enfermedad, en la muerte de nuestros seres queridos, en la riqueza y en la pobreza, en la juventud y en la vejez. Ayúdanos Virgen del Carmen.
Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo, escúchanos Señor.
Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo, perdónanos, Señor.
Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo, ten misericordia de nosotros.
Oración Conclusiva
Señor; Tú, desde el estandarte de la cruz,
nos dejaste como compañera y Madre a Santa María Virgen.
Al celebrar su memoria, bajo la advocación del “Carmelo”
te pedimos que bendigas los surcos de nuestra vida.
Son constantes los tropiezos a nuestra fe
y los contrastes y contradicciones de nuestra vida cristiana.
Por ello mismo, te pedimos Señor,
que la Virgen del Carmen salga a nuestro encuentro
en toda circunstancia, para que, siendo testigo
de nuestro intento de seguirte y crecer
en nuestra fidelidad al evangelio, pueda presentar ante Ti,
Señor, nuestra súplica y nuestros deseos de alcanzar
lo que más nos hace falta para llegar a ese fin.
Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
Te invitamos a rezar el Rosario a la Virgen del Carmen:
Origen
El origen de la advocación de la Virgen del Carmen data, de forma más tangible, del siglo XIII en el Monte Carmelo en el actual Israel. Sin embargo, desde siglos antes, se le veneraba en dicho Monte. En 1251, la Virgen del Carmen, también conocida como la Flor del Carmelo o la Estrella del Mar, respondió las súplicas del Sexto General de la Orden Carmelita, San Simón Stock, de origen inglés, quien suplicó la ayuda de la Reina del Cielo ante el riesgo que corría la orden Carmelitana ante la presencia de los musulmanes.
Como un sello de protección celestial, no sólo en ese momento, sino extendiendo su generosa guarda a todo el Carmelo por siglos y a los que con amor de hijos de Dios y de Ella portan el escapulario, se apareció a San Simón Stock prometiéndole su auxilio a través de la vida de oración y el uso del Escapulario del Carmen o Escapulario Marrón que Ella misma le entregó al fiel monje.
Promesas
Las promesas de la Virgen del Carmen están más bien enfocadas al uso del Escapulario del Carmen, aunque también se encuentran muy ligadas de forma implícita a las Promesas del Rosario, ya que, en la última aparición de la Virgen del Rosario de Fátima, el 13 de octubre de 1917, también se apareció bajo la advocación de Nuestra Señora del Carmen.
Sin duda, tanto la devoción al Escapulario del Carmen como el rezar el Rosario a la Flor del Carmelo, pueden alcanzar enormes milagros como las conversiones más insospechadas, ya que son un signo de pertenencia a la Santísima Virgen ya sea de forma consciente o también de forma predestinada de futuros conversos.
¿Quién es la Virgen del Carmen?
La Virgen del Carmen, también conocida como Nuestra Señora del Carmen es la advocación que recibe Santa María del Monte Carmelo, una de las varias advocaciones de la Virgen María, la cual procede de su veneración en el Monte Carmelo, en Tierra Santa, cerca de Haifa.
Carmelo o Carmen provienen de la palabra hebrea Karmel o Al-Karem que podría traducirse como ‘jardín de Dios’. Esta veneración ha sido divulgada por el mundo entero a través de la Orden de Nuestra Señora del Monte Carmelo, llamados carmelitas.
Cada 16 de julio se conmemora a Santa María del Monte Carmelo o a la Virgen del Carmen, como es conocida en América Latina a quien se le reza estas Letanías de la Virgen del Carmen o Rosario de la Virgen del Carmen para pedir su intercesión en casos difíciles y urgentes, así como bienes materiales o espirituales.
Te compartimos estas oraciones para recitarle a la Virgen: Oración del Magnificat, Oración Regina Coeli, Oración para rechazar al maligno, Oración del Ángelus, Oración del Santo Rosario, Rosario de la Paz.
Tambien puedes visitar nuestra sección de oraciones en este enlace.
El Rosario a la Virgen del Carmen: Tu llave a las promesas de la Virgen María
El Rosario a la Virgen del Carmen, también conocido como Santo Rosario del Carmen, es una oración devocional mariana que consiste en la recitación de oraciones y meditaciones sobre la vida de Jesús y María. Se reza con un Rosario tradicional de cinco decenas, que es un conjunto de cuentas que se utilizan para llevar la cuenta de las oraciones.
La Virgen del Carmen es conocida como la Estrella del Mar y la Flor del Carmelo. Al rezar el Rosario a la Virgen del Carmen a esta Advocación de la Virgen María, se busca su protección y amparo. Muchos creyentes han experimentado consuelo y paz interior al encomendar sus vidas a la Virgen del Carmen a través de la Oración a la Virgen del Carmen.
Es patrona de los marineros y muchos ha manifestado su auxilio sobre todo en temporales en medio del mar. Por esa razón, en muchos lugares del mundo los marineros realizan procesiones y la suben en andas a una embarcación para encomendarle a Ella sus vidas y sus trabajos. Es patrona también de los choferes, de los camioneros y de las Benditas Almas del Purgatorio a quienes socorre fielmente.
El rezo del Rosario a la Virgen del Carmen fortalece la vida espiritual de los fieles. Al meditar en los misterios de la vida de Jesús y María, se profundiza en la fe y se obtiene fortaleza para enfrentar los desafíos diarios. El Rosario a la Virgen del Carmen, como madre espiritual, intercede por aquellos que rezan el Rosario a la Virgen del Carmen, brindándoles la fuerza necesaria para perseverar en su camino de fe.
El Rosario a la Virgen del Carmen y la recitación de las Letanías de la Virgen del Carmen son una poderosa forma de Oración a la Virgen del Carmen que proporciona grandes gracias espirituales y temporales.
A través de esta práctica devocional, los fieles encuentran protección, fortaleza, consuelo y paz interior. El Rosario a la Virgen del Carmen, como madre espiritual, intercede por sus hijos y los acompaña en su camino de fe. Al rezar el Rosario a la Virgen del Carmen, nos unimos a la Iglesia y a la tradición católica, encontrando un refugio seguro en el amor materno de María.
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