En esta quinta aparición de la Guadalupana conoceremos la reacción del Obispo Juan de Zumárraga ante la muestra de la señal que la Virgen le envió.
Él llegó entusiasmado a buscar al obispo con su tilma llena de las flores que la virgen le había hecho cortar de la cumbre del cerrillo. Fue recibido por los servidores del sacerdote quienes lo dejaron esperando y, luego de un buen rato, se acercaron a él para saber qué era lo que había llevado.
Tomado del Nican Mopohua de Don Antonio Valeriano
- Ya así viene sosegado su corazón, porque vendrá a salir bien, lo llevará perfectamente.
- Mucho viene cuidando lo que está en el hueco de su vestidura, no vaya a ser que algo tire;
- viene disfrutando del aroma de las diversas preciosas flores.
- Cuando vino a llegar al palacio del Obispo, lo fueron a encontrar el portero y los demás servidores del Sacerdote gobernante,
- y les suplicó que le dijeran cómo deseaba verlo, pero ninguno quiso; fingían que no le entendían, o tal vez porque aún estaba muy oscuro.
- o tal vez porque ya lo conocían que nomás los molestaba, los importunaba,
- y ya les habían contado sus compañeros, los que lo fueron a perder de vista cuando lo fueron siguiendo.
- Durante muchísimo rato estuvo esperando la razón.
- Y cuando vieron que por muchísimo rato estuvo allí, de pie, cabizbajo, sin hacer nada, por si era llamado, y como que algo traía, lo llevaba en el hueco de su tilma; luego pues, se le acercaron para ver qué traía y desengañarse.
- Y cuando vió Juan Diego que de ningún modo podía ocultarles lo que llevaba y que por eso lo molestarían, lo empujarían o tal vez lo aporrearían, un poquito les vino a mostrar que eran flores.
- Y cuando vieron que todas eran finas, variadas flores y que no era tiempo entonces de que se dieran, las admiraron muy mucho, lo frescas que estaban, lo abiertas que tenían sus corolas, lo bien que olían, lo bien que parecían.
- Y quisieron coger y sacar unas cuantas;
- tres veces sucedió que se atrevieron a cogerlas, pero de ningún modo pudieron hacerlo,
- porque cuando hacían el intento ya no podían ver las flores, sino que, a modo de pintadas, o bordadas, o cosidas en la tilma las veían.
- Inmediatamente fueron a decirle al Gobernante Obispo lo que habían visto,
- cómo deseaba verlo el indito que otras veces había venido, y que ya hacía muchísimo rato que estaba allí aguardando el permiso, porque quería verlo.
- Y el Gobernante Obispo, en cuanto lo oyó, dio en la cuenta de que aquello era la prueba para convencerlo, para poner en obra lo que solicitaba el hombrecito.
- En seguida dio orden de que pasara a verlo.
- Y habiendo entrado, en su presencia se postró, como ya antes lo había hecho.
- Y de nuevo le contó lo que había visto, admirado, y su mensaje.
- Le dijo:-”Señor mío, Gobernante, ya hice, ya llevé a cabo según me mandaste;
- así fui a decirle a la Señora mi Ama, la Niña Celestial, Santa María, la Amada Madre de Dios, que pedías una prueba para poder creerme, para que le hicieras su casita sagrada, en donde te la pedía que la levantaras;
- y también le dije que te había dado mi palabra de venir a traerte alguna señal, alguna prueba de su voluntad, como me lo encargaste.
- Y escuchó bien tu aliento, tu palabra, y recibió con agrado tu petición de la señal, de la prueba, para que se haga, se verifique su amada voluntad.
- Y ahora, cuando era todavía de noche, me mandó para que otra vez viniera a verte;
- y le pedí la prueba para ser creído, según había dicho que me la daría, e inmediatamente lo cumplió.
- Y me mandó a la cumbre del cerrito en donde antes yo la había visto, para que allí cortara diversas rosas de Castilla.
- Y cuando las fui a cortar, se las fui a llevar allá abajo;
- y con sus santas manos las tomó,
- de nuevo en el hueco de mi ayate las vino a colocar,
- para que te las viniera a traer, para que a ti personalmente te las diera.
- Aunque bien sabía yo que no es lugar donde se den flores la cumbre del cerrito, porque sólo hay abundancia de riscos, abrojos, huizaches, nopales, mezquites, no por ello dudé, no por ello vacilé.
- Cuando fui a llegar a la cumbre del cerrito miré que ya era el paraíso.
- Allí estaban ya perfectas todas las diversas flores preciosas, de lo más fino que hay, llenas de rocío, esplendorosas, de modo que luego las fui a cortar;
- y me dijo que de su parte te las diera, que ya así yo probaría; que vieras la señal que le pedías para realizar su amada voluntad,
- y para que aparezca que es verdad mi palabra, mi mensaje,
- Aquí las tienes; hazme favor de recibirlas”.
- Y luego extendió su blanca tilma, en cuyo hueco había colocado las flores.
- Y así como cayeron al suelo todas las variadas flores preciosas,
- luego allí se convirtió en señal, se apareció de repente la Amada Imagen de la Perfecta Virgen
- en donde ahora es conservada en su amada casita, en su sagrada casita en el Tepeyac, que se llama Guadalupe.
- Y en cuanto la vio el Obispo Gobernante y todos los que allí estaban, se arrodillaron, mucho la admiraron,
- se pusieron de pie para verla, se entristecieron, se afligieron, suspenso el corazón, el pensamiento,
- Y el Obispo Gobernante con llanto, con tristeza, le rogó, le pidió perdón por no luego haber realizado su voluntad, su venerable aliento, su venerable palabra.
- y cuando se puso de pie, desató del cuello de donde estaba atada, la vestidura, la tilma de Juan Diego
- en la que se apareció, en donde se convirtió en señal la Reina Celestial.
- Y luego la llevó; allá la fue a colocar a su oratorio.
- Y todavía allí pasó un día Juan Diego en la Casa del Obispo, aún lo detuvo.
- Y al día siguiente le dijo:-”Anda, vamos a que muestres dónde es la voluntad de la Reina del Cielo que le erijan su templo”.
- De inmediato se convidó gente para hacerlo, levantarlo.
- Y Juan Diego, en cuanto mostró en dónde había mandado la Señora del Cielo que se erigiera su casita sagrada, luego pidió permiso:
- quería ir a su casa para ir a ver a su tío Juan Bernardino, que estaba muy grave cuando lo dejó para ir a llamar a un Sacerdote a Tlatilolco para que lo confesara y lo dispusiera, de quien le había dicho la Reina del Cielo que ya había sanado.
- Pero no lo dejaron ir solo, sino que lo acompañaron a su casa.
- Y al llegar vieron a su tío que ya estaba sano, absolutamente nada le dolía.
- Y él, por su parte, mucho admiró la forma en que su sobrino era acompañado y muy honrado;
- le preguntó a su sobrino por qué así sucedía, el que mucho le honraran;
- Y él le dijo cómo cuando lo dejó para ir a llamarle un Sacerdote para que lo confesara, lo dispusiera, allá en el Tepeyac se le apareció la Señora del Cielo;
- y lo mandó a México a ver al Gobernante Obispo, para que allí le hiciera una casa en el Tepeyac.
- Y le dijo que no se afligiera, que ya su tío estaba contento, y con ello mucho se consoló.
- Le dijo su tío que era cierto, que en aquel preciso momento lo sanó,
- y la vio exactamente en la misma forma en que se le había aparecido a su sobrino,
- y le dijo cómo a él también lo había enviado a México a ver al Obispo;
- y que también, cuando fuera a verlo, que todo absolutamente le descubriera, le platicara lo que había visto
- y la manera maravillosa en que lo había sanado,
- y que bien así la llamaría, bien así se nombraría: La Perfecta Virgen Santa Maria De Guadalupe, su Amada Imagen.
- Y luego trajeron a Juan Bernardino a la presencia del Gobernante Obispo, lo trajeron a hablar con él, a dar testimonio,
- Y junto con su sobrino Juan Diego, los hospedó en su casa el Obispo unos cuantos días,
- en tanto que se levantó la casita sagrada de la Niña Reina allá en el Tepeyac, donde se hizo ver de Juan Diego.
- Y el Señor Obispo trasladó a la Iglesia Mayor la amada Imagen de la Amada Niña Celestial.
- La vino a sacar de su palacio, de su oratorio en donde estaba, para que todos la vieran, la admiraran, su amada Imagen.
- Y absolutamente toda esta ciudad, sin faltar nadie, se estremeció cuando vino a ver, a admirar su preciosa Imagen.
- Venían a reconocer su carácter divino.
- Venían a presentarle sus plegarias.
- Mucho admiraron en qué milagrosa manera se había aparecido,
- puesto que absolutamente ningún hombre de la tierra pintó su amada Imagen.
Origen
Don Antonio Valeriano fue un indio noble y sabio que vivió entre 1520 – 1605 y tuvo el privilegio de escribir sobre las apariciones de la Virgen de Guadalupe en el documento Nican Mopohua, que en Náhuatl, su idioma natal, significa “Aquí se narra”. No se tiene una fecha exacta, pero se cree que pudo hacer sido escrita entre 1540 y 1545.
Promesa
Gracias a la Virgen de Guadalupe, la conversión de indios americanos se multiplicó por millones y, gracias a sus milagros y atención de favores es que muchos han abrazado al Fe. Ella nos seguirá protegiendo y abogando por nosotros ante el Santo Padre y nos enseñará como seguir el camino de Jesucristo.
Un amor maternal que conquista: La conversión de México a través de la quinta aparición de la Guadalupana
Este es el relato final de las Apariciones de la Virgen de Guadalupe en Tepeyac acontecidas en diciembre de 1531, las cuales ayudaron a la conversión de millones de indios mexicanos, pues llegó con un mensaje lleno de amor y de ternura para que confiaremos en ella y se presentó ante nosotros como la madre protectora que es.
Actualmente la Virgen de Guadalupe tiene millones de seguidores no sólo en México, también alrededor del mundo. Incluso muchos de ellos van a visitarla al cerro de Tepeyac como parte de una promesa hecha previamente a cambio de ser favorecidos por su gracia.
Hay que destacar que la guadalupana apariciones no sólo llegó para crear unión entre sus pueblos, también para apoyar la vida, pues como vemos en su imagen, la Virgen tiene una cinta negra sobre su vientre que nos muestra su embarazo. Esta es una clara señal que está a favor de la vida, y que podemos recurrir a ella para concientizar a todas las personas que están pensando en cometer el pecado del aborto, o que creen que están apoyando a un derecho cuando en realidad están apoyando un asesinato.
Video de la oración:
Conoce la historia completa de la Virgen de Guadalupe ingresando a estos enlaces: “Introducción a las Apariciones Guadalupanas”, “Primera Aparición de la Guadalupana”, “Segunda Aparición de la Guadalupana”, “Tercera Aparición de la Guadalupana” y “Cuarta Aparición de la Guadalupana”.
También te compartimos estas oraciones para consagrar tu vida a la Santísima Virgen “Oración del Santo Rosario”, “Consagración diaria a la Inmaculada”, “Oración de consagración a la Virgen María”, “Devoción de los 9 primeros Viernes de mes, dedicados al Sagrado Corazón” , “Devoción de los 6 primeros Jueves de mes”, “Devoción de los 5 primeros Sábados”.
Mas información sobre esta oración:
Llegamos al final de la quinta aparición de la Guadalupana, en la cual se cuenta como el Obispo Juan de Zumárraga acepta el mensaje enviado por la Virgen, y es así como empieza la siguiente parte de la historia del santuario de la Quinta Aparición Guadalupana.
Sin embargo, creer en ella no fue fácil, como se cuenta en la cuarta aparición de la Virgen de Guadalupe en donde el obispo pide una señal a Juan Diego para estar seguro de lo que decía.
Esta es la verdadera historia de la Virgen de Guadalupe