Esta hermosa oración Quédate conmigo Señor creada por el Padre Pío, será de gran ayuda para ti en los momentos de tristeza o depresión, para esos momentos donde sientas que tu fe enflaquece o creas que nada de lo que te pasa tiene solución.
El Padre Pío dedicó su vida a ayudar a la salvación del hombre luego que sintió el llamado del Cielo para cumplir con esta labor. Estaba entregado a la oración, pues decía que era “la llave que abre el corazón de Dios”.Por eso, si crees que estás perdiendo la esperanza, y que eso te está alejando de Dios, reza esta oración para que el Santo Padre te devuelva la luz y te vuelva a orientar en tu camino, puesto que, muchas veces la soledad puede llegar a abrumarte y confundirte, haciendo que tomes decisiones que no le harán bien a tu alma.
Oración
Quédate conmigo Señor, porque es necesario tenerte presente
para que yo no te pueda olvidar, bien sabes qué tan fácilmente te abandono.
Quédate conmigo Señor, porque yo soy débil
y necesito de tu fortaleza para no caer frecuentemente.
Quédate conmigo Señor, porque Tú eres mi vida
y sin ti yo estoy sin fervor.
Quédate conmigo Señor, porque Tú eres mi luz
y sin ti yo estoy en la oscuridad.
Quédate conmigo Señor, para mostrarme tu voluntad.
Quédate conmigo Señor, para que yo pueda escuchar tu voz y seguirte.
Quédate conmigo Señor, porque yo deseo amarte mucho y que siempre me acompañes.
Quédate conmigo Señor, para que yo sólo sea fiel a ti.
Quédate conmigo Señor, para que mi alma encuentre su lugar de consuelo
y yo encuentre en Tu corazón tu nido de amor.
Quédate conmigo Señor, porque se hace tarde
y el día está terminando y la vida pasa.
Quédate conmigo Señor, porque la muerte, el juicio y la eternidad se acercan
y es necesario renovar mi fortaleza para que yo no pare en el camino.
Quédate conmigo Señor, porque la muerte se aproxima
y tengo miedo a la oscuridad, a las tentaciones,
al desierto, a la cruz y los sufrimientos.
Quédate conmigo Señor, acompáñame en todo momento
y déjame reconocerte como lo hicieron tus discípulos
en la fracción del pan, para que la Comunión Eucarística
sea la fuerza que me sostiene y el único gozo en mi corazón.
Quédate conmigo Señor, porque a la hora de mi muerte
quiero permanecer unido a ti en comunión, gracia y amor.
Quédate conmigo Señor, para buscar tu amor, tu gracia, tu voluntad,
tu corazón, tu Espíritu y no pedirte otra recompensa
que no sea el amarte más y más, con todo mi ser,
mientras me permitas vivir en esta tierra
y cuando me permitas vivir en la patria Celestial
continuaré amándote eterna y profundamente, Amén.
Origen
La oración Quédate conmigo Señor fue escrita por el Padre Pío de Pietrelcina (1887-1968), santo italiano y fraile capuchino. Inspirada en su profunda devoción a la Eucaristía y en su constante búsqueda de la unión con Dios. Se difundió rápidamente entre los fieles que acudían a él en busca de consejo y dirección espiritual.
Promesa
Recitar esta oración nos alejará de la tristeza y depresión, avivando nuestra fe y dejando de lado los pensamientos negativos, manteniendo a Jesús en nuestros corazones. La oración Quédate conmigo Señor profundiza la fe, esperanza y caridad. Permite un encuentro personal con el amor de Dios en la Eucaristía.
«Quédate conmigo, Señor»: La súplica del alma al recibir la comunión
El Padre Pío fue un fraile franciscano dedicado a la oración y el sufrimiento, pues sintió el llamado de Jesús para ayudar en la redención del hombre. Además, se dedicó a hacer obras de caridad destacando la fundación de la Casa del Alivio del Sufrimiento.
Quédate, Señor conmigo, porque necesito tenerte presente para no olvidarte… Es lo que podemos repetir en nuestros corazones luego de recibir la comunión. Por eso, te recomendamos hacer esta oración del Padre Pío, que no sólo nos mantendrá junto al Santo Padre, sino, también te ayudará a salir de la tristeza o desesperación que te pueda aquejar con fortaleza espiritual.
Esta oración escrita Quédate, Señor, conmigo se puede rezar en cualquier momento del día y se puede rezar en compañía de otras personas, puesto que, muchas veces la soledad nos abruma y aleja del camino que debemos seguir, pero recordemos, nunca estamos solos, pues Dios siempre está con nosotros.
Video de la oración:
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