La Novena a la Divina Misericordia es una oportunidad para sumergirse en la infinita misericordia de Dios.
A través de la oración y la meditación, los fieles pueden experimentar la gracia y el amor incondicional de Dios, que perdona y transforma los corazones arrepentidos.
Oración
“Hoy tráeme las almas tibias y sumérgelas en el abismo de Mi misericordia. Estas almas son las que más dolorosamente hieren mi corazón. Por su tibieza e indiferencia, mi alma sintió una inmensa repugnancia en el Huerto de los Olivos. Ellas fueron las que me hicieron gritar: «Padre, si es posible, aparta de Mi este cáliz». Para ellas, la última esperanza de salvación será recurrir a Mi Misericordia.”
Piadosísimo Jesús, a ti que eres la piedad misma,
hoy te traigo al seno de tu Compasivo Corazón
a las almas enfermas de tibieza. Que estas almas heladas
que se parecen a cadáveres, y que te llenan de repugnancia,
se calienten con el fuego de tu puro amor.
¡Oh, Jesús! todo compasión,
ejerce la omnipotencia de Tu Misericordia,
y atráelas a Ti, que eres llama de amor puro
y comunícales el fuego de tu divino Amor porque Tú todo lo puedes.
Padre Eterno, mira con ojos misericordiosos
a las almas tibias que, a pesar de todo,
Jesús cobija en el seno de su corazón todo Misericordia.
Padre de Misericordia, te ruego, por los sufrimientos
que padeció tu Hijo, y por sus tres largas horas de agonía en la Cruz:
que ellas también glorifiquen el mar
sin fondo de Tu misericordia. Amén.
(Diario lll, 64-65)
Promesas
Las promesas asociadas al noveno día de la Novena a la Divina Misericordia están relacionadas con la confianza y la vida eterna. La promesa de que las almas que recen la novena recibirán la gracia de la confianza absoluta en la misericordia de Dios.
Origen
La Novena a la Divina Misericordia se basa en las revelaciones privadas de Jesús a Santa Faustina Kowalska, una monja polaca del siglo XX. Durante estas revelaciones, Jesús le pidió a Santa Faustina que propagara la devoción a su Divina Misericordia y estableciera.
El Día 9 de la Novena a la Divina Misericordia: Experimentando la plenitud de la misericordia de Dios
La Novena a la Divina Misericordia, inspirada en las revelaciones a Santa Faustina Kowalska, es un tiempo especial de oración y devoción que nos acerca al corazón misericordioso de Jesús. A lo largo de nueve días, nos sumergimos en la gracia y el amor de Dios, y el Día 9 de la novena marca un momento culminante. En este día, se experimenta la plenitud de la misericordia divina y se renueva la confianza en el amor incondicional de Dios.