Los Siete Domingos en honor a San José son una devoción especial que se realiza durante siete domingos consecutivos para honrar y obtener la intercesión del santo patrón de la Iglesia Universal y protector de las familias.
San José es considerado el protector y patrón de la Iglesia y de las familias. Al honrarlo durante estos siete domingos, se busca su protección y guía paternal sobre nuestra vida, nuestra familia y nuestras necesidades.
Oración
Oración Inicial
San José, guardián de Jesús y Casto esposo de María:
empleaste toda tu vida en el perfecto cumplimiento de tu deber,
mantuviste a la Sagrada Familia de Nazaret
con el trabajo de tus manos.
Protege bondadosamente a los que se vuelven confiadamente a ti.
Tú conoces sus aspiraciones y sus esperanzas.
Ellos se dirigen a ti porque saben que tú
los comprendes y proteges.
Tú también supiste de pruebas, cansancio y trabajo.
Pero, aún dentro de las preocupaciones materiales de la vida,
tu alma estaba llena de profunda paz y llena de verdadera alegría,
debido al íntimo trato que gozaste con el Hijo de Dios
que te fue confiado a ti y a la vez a María, su tierna Madre. Amén.
1⁰ Dolor y Gozo
El Anuncio del Ángel, de que lo Concebido en María es Obra del Espíritu Santo.
San José dice:
La Santísima Virgen María fue siempre la alegría para mi pobre corazón porque encontraba en ella el modelo perfecto de santidad. Todo lo que pasaba por sus virginales manos quedaba impregnado del aroma de su pureza; por donde pasaba dejaba rastro de su candorosa presencia; presencia que dejaba atónitos a los santos Ángeles, presencia que extasiaba la naturaleza entera ante su singular belleza.
Dios se excedió en bondad conmigo al cruzarla en mi camino; camino embellecido de rosas finas, camino suave y ligero porque lo más preciado del Padre Eterno estaba a mi lado, la mujer vestida de sol me irradiaba con su luz esplendorosa. Luz que por un momento empezó a opacarse porque no comprendía el gran misterio de la Anunciación.
Misterio que hizo del vientre de María, tabernáculo vivo del amor divino, misterio que no afectó en nada la pureza de mi virginal esposa, misterio que me llevó a la duda y a la angustia porque me sentía indigno de ser el esposo de la Madre de Dios. No comprendía que un humilde carpintero formara parte de uno de los designios divinos. Designios que abrieron mi entendimiento humano, designios que corrieron las cortinas de mis ojos para ver más allá, designios que alcancé a comprender desde el mismo instante que un Ángel me reconfortó en un sueño, me llamó a no temer, a no repudiar a María, a servirle con caridad, a protegerla a Ella y al Niño que llevaba en su vientre.
Niño que también sería mi hijo. Hijo que le amaría con el amor más tierno de padre. Hijo que le adoraría como al Dios: Uno y Trino. Hijo que engalanaría mi taller con su presencia celestial. Hijo que acompañaría por un periodo de 30 años. Hijo que dejaría huellas indelebles en mi alma; su recuerdo permanecería en mí por años sin término. Hijo que me llevaría a los Cielos para desde allí glorificarle y alabarle.
Te llamo a no vacilar ante los misterios de Dios; acógelos con amor en tu corazón; abandónate por entero a su divina voluntad para que te ganes una de las moradas en el Cielo. Pídele a María que estampe en la profundidad de tu corazón su Fiat de tal modo que seas dócil a las inspiraciones del Espíritu Santo.
Oración Final
¡Oh! San José, cuya protección es tan grande,
tan poderosa y eficaz ante el Trono de Dios,
en tus manos entrego todos mis intereses y mis deseos.
¡Oh! San José, asísteme con tu poderosa intercesión;
consígueme de tu Divino Hijo, nuestro Señor,
todas las bendiciones particulares que necesito,
a fin de que habiendo conseguido aquí en la tierra
la ayuda de tu poder celestial,
pueda ofrecer mi gratitud y homenaje al padre más amoroso. Amén
Promesas
Al participar en el Primer Domingo, se puede obtener la gracia de Dios y favores especiales, se puede obtener la gracia de Dios y favores especiales mediante la intercesión de San José.
Origen
La devoción de los Siete Domingos en honor a San José tiene sus raíces en la tradición católica y ha sido practicada durante siglos. Es una manera de expresar la veneración y confianza en la poderosa intercesión de San José.
Poder transformador del Primer Domingo en honor a San José
El Primer Domingo de los 7 Domingos en Honor a San José es un encuentro con la providencia divina. Es un llamado a abrir nuestro corazón y depositar nuestra confianza en el santo patrón de la Iglesia Universal y protector de las familias. En este día, nos conectamos con la figura paternal de San José y experimentamos su amoroso cuidado y guía en nuestras vidas.
La devoción al Primer Domingo ha sido testigo de innumerables milagros y bendiciones. A través de la intercesión de San José, se han obtenido respuestas a oraciones, protección en momentos de dificultad y sanaciones físicas y espirituales. Los testimonios de aquellos que han participado en esta devoción son testigos vivos de la poderosa intercesión de San José.
El Primer Domingo de los 7 Domingos en Honor a San José es el comienzo de un viaje espiritual que puede cambiar tu vida. A medida que nos sumergimos en esta devoción, nos abrimos a los milagros y bendiciones que San José derrama sobre aquellos que confió en su intercesión. Es un llamado a experimentar la protección divina y el amor paterno de San José en nuestras vidas y familias. No te pierdas la oportunidad de embarcarte en este viaje transformador y descubrir el poder de los 7 Domingos en Honor a San José.