La Iglesia Católica en España es consciente de su papel en la sociedad actual y de la importante labor que desarrolla en un periodo en la que la crisis económica ha hundido el país. Por ello, ha apostado por la transparencia como mejor aliado para explicar qué es la Iglesia y cuál es la labor que lleva a cabo en todos los ámbitos, especialmente en lo social, el más valorado por los españoles, a través de sus 70 diócesis.
Para ello, la Conferencia Episcopal ha publicado su memoria de actividades correspondiente al año 2012 en la que publica todo tipo de cifras, desde el dinero que ingresa hasta en que lo gasta, pasando por el número de misioneros o la cantidad de dinero que la Iglesia logra ahorrar al Estado cada año. Además, con la publicación de todos estos datos, logra desmontar las campañas de acoso que sufre por parte de la izquierda y muestra que la principal fuente de ingresos procede de las colectas de los propios feligreses.
Aumento del 25%
Las personas en situación de pobreza que atiende la Iglesia Católica en España han aumentado un 25% en un año. La Iglesia se ha revelado como uno de los agentes «más activos» contra los efectos de la crisis, atendió más necesidades con menos recursos y un incremento del ahorro en la gestión, según la memoria, presentada este lunes.
Con cifras, así muestra la Iglesia su labor. De este modo, informa que el pasado año atendieron en total más de 3,5 millones de personas en alguno de los 8,130 centros asistenciales católicos que existen en España. Entre ellos, niños, mujeres maltratadas, inmigrantes, discapacitados o familias con necesidades provocadas por la crisis económica. Además, los distintos centros de la Iglesia repartieron un total de 2,4 millones de comidas. Estos son algunos de sus datos:
- 2.247.000 personas fueron atendidas en sus principales necesidades materiales, de acompañamiento y escucha.
- 8.500 personas fueron orientadas y acompañadas en el proceso de búsqueda de trabajo.
- 61.300 personas mayores y con alguna enfermedad o discapacidad fueron atendidas.
- 58.000 personas inmigrantes recibieron ayuda en su situación.
- 18.500 familias fueron acompañadas en centros de orientación familiar.
- 18.400 personas recibieron asesoría jurídica.
- 15.400 personas drogodependientes recibieron asistencia.
- 7.900 niños y jóvenes fueron acogidos en centros para la tutela de la infancia.
- 5.900 mujeres víctimas de violencia fueron acogidas y ayudadas.
Mientras tanto, los voluntarios de Cáritas no paran de crecer desde el comienzo de la crisis. Si en 2007 eran ya más de 56.000 al finalizar el año 2012 ya superaban los 70.000. Algo parecido ocurre con Manos Unidas, la ONG de la Iglesia que realiza su labor en países del tercer mundo. Más de cuatro millones de personas se han beneficiado de los 550 proyectos que se han llevado a cabo en 56 países.
La labor en eduación es uno de los signos más visibles de la Iglesia. En su memoria, la CEE detalla que existen en España 2.620 centros de enseñanzas católicos con casi 1,5 millones de alumnos. Según los cálculos que hacen los centros concertados católicos suponen un ahorro para el Estado de 3.601 millones de euros.
La memoria de los obispos también se centra en el vasto patrimonio cultural gestionado por la Iglesia y que ha sido uno de los puntos que más polémica ha suscitado en los últimos tiempos, con el acoso a la catedral de Córdoba aún en el aire. En este sentido, cifra en 22 bienes culturales Patrimonio de la Humanidad los que pertenecen o tienen presencia de la Iglesia y en más de 3.168 los bienes inmuebles de interés cultural repartidos por todo el territorio nacional. «La presencia de la Iglesia en cada localidad, por pequeña que sea, permite disfrutar de un valioso patrimonio, protegido y conservado por el pueblo cristiano durante siglos».
Ejercicio de transparencia
Uno de los puntos que más interés despierta es de dónde consigue los fondos la Iglesia Católica. En este ejercicio de transparencia, la memoria detalla que las diócesis tienen tres fuentes de financiación: aportaciones directas, actividades propias y aportación a través del IRPF.
Desglosando estos datos, muchos pueden sorprenderse, especialmente el sector laicista más beligerante, de que el 38% de lo que ingresan las diócesis es gracias a las aportaciones voluntarias de los feligreses de sus parroquias. El 25% proviene de la asignación tributaria, mientras que el 19 lo hace de otros ingresos corrientes y el 11 por ciento proviene de ingresos por patrimonio.
Por otro lado, aparece en la memoria el destino de los recursos que tienen las diócesis. Así, el 28% se destina a acciones pastorales y asistenciales. Una cuarta parte va a la conservación del patrimonio, mientras que el 21 se dedica a la retribución del clero. El resto va a parar a gastos extraordinarios, salarios de los trabajadores o a los centros de formación como los seminarios.
En total, la Conferencia Episcopal estima que cada euro empleado en la Iglesia rinde como 2,39 euros debido a la cantidad de personas que dedican buena parte de su tiempo a colaborar en las distintas iniciativas de la Iglesia.
Fuente: libertad digital