Es fácil escuchar o leer acusaciones sin fundamento sobre que la Iglesia católica lucra con el dinero. Es, por tanto, necesario dar respuesta a estas tres preguntas:¿a dónde va a parar el destino del dinero que los fieles aportan?, ¿qué hace la Iglesia por los necesitados? y ¿qué diferencia a la Iglesia de una ONG?