En el artículo que publiqué esta semana, titulado “Valentía tardía: cuando los obispos descubren que ya no hay nada que perder,” exploraba la idea de cómo algunos obispos, en sus últimos momentos de carrera o una vez retirados, empiezan a alzar la voz, quizá porque ya no sienten que tienen algo que perder.
Este fenómeno nos lleva a reflexionar sobre cómo la estructura y las reglas actuales de la Iglesia afectan la libertad de sus pastores para hablar con claridad cuando más se necesita. Pero a raíz de la publicación, uno de los comentarios me dejó pensando: ¿y si el problema viene desde hace décadas, desde que los obispos fueron obligados a renunciar por edad?
El comentarista decía, en esencia, que mientras un obispo sea fiel al Evangelio, debería poder seguir dirigiendo su diócesis sin límites de edad, como siempre fue en la Iglesia. No se equivocaba al…
Autor: Jaime Gurpegui
Impresionantes evidencias de la presencia de Dios en el vino y el pan
Desde hace muchos años han ocurrido manifestaciones de Dios en el momento de la eucaristía. Se han desencadenado una serie de fenómenos, en diversos países de todo el mundo que…
Informe anual Planned Parenthood USA 2020, indica que asesinó a 383.000 bebés en abortos
Lo llamemos como lo llamemos es un asesinato, un asesinato del que luego se aprovecha todo, sangre, vísceras etc. para diversas industrias. No, nos podemos quejar los humanos del siglo…
Los 18 beneficios de asistir a la Santa Misa
La misa es el encuentro con Dios Nuestro Señor, pero no sólo con Él, también con nuestro interior, haciendo que mejoremos cada día más como personas. Este encuentro con Nuestro…



















