En la vida del hombre suceden muchas y graves desgracias. Una de ellas –singularmente peligrosa– es hacer las paces con la mentira, convertirla en un arma de guerra, y, al ver que nos depara triunfos sonados, llegar a amarla, cuidarla, darle honores de cooperadora indispensable.
Ustedes, mis amables lectores, saben muy bien lo que significa «mentir». Enhorabuena, porque abundan quienes lo ignoran. Si yo doy una noticia, creyendo que es verdadera –porque tengo información de que así sucedieron las cosas– y resulta que mi información es falsa porque el que me la facilitó no dijo la verdad, yo cometí un error, pero no mentí, porque mentir significa decir algo falso a sabiendas de que lo es y con intención de engañar. Por eso, si alguien proclama a voces que no debo ser votado en las elecciones «porque España no merece un gobierno que le mienta», es a todas luces…
Autor: Alfonso López Quintás
Misericordia de Dios: Nunca se cansa de perdonarnos
La misericordia de Dios se manifiesta de diversas formas, ya sea a través del apoyo y la consolación de otras personas, del sacramento de la confesión que nos permite liberarnos…
Milagros Eucarísticos de los últimos años
Probar la existencia de un milagro como tal puede ser una ardua labor que ha asumido la ciencia a fin de darnos respuestas. Uno de los milagros eucarísticos que más evidenciamos…..
Articulo Juan Manuel de Prada ‘Un Poco de Paciencia’
Terminábamos nuestro artículo anterior con una observación muy atinada de Concepción Arenal, que nos alertaba sobre los males más pavorosos, que no son los que «las leyes condenan y la…