Ante el imparable crecimiento urbano de las últimas décadas, que podría partir de los años ’50 del siglo pasado, crece la conciencia de que las ciudades no son el mejor lugar para vivir para aquellos que aprecian las pequeñas cosas como la buena vecindad, la lentitud, la quietud, la virtud y la paz. Estamos hablando de una vida comunitaria esencial para quienes valoran el sentido de pertenencia, de arraigo y la vida social sencilla y cercana. Esta vida contrasta con el egoísmo y el interés personal de mucha de la vida urbana excesivamente densa. La ciencia social denomina a esta vida comunitaria y cohesiva, más allá de la gran ciudad, capital social comunitario. Sus elementos son, en lenguaje sociológico, las redes de apoyo presenciales, la confianza y la reciprocidad que favorecen la vida de los habitantes en comunidades integradas en torno a unos bienes compartidos. La…
Autor: Familia, Educación y Cultura
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Articulo Juan Manuel de Prada ‘Un Poco de Paciencia’
Terminábamos nuestro artículo anterior con una observación muy atinada de Concepción Arenal, que nos alertaba sobre los males más pavorosos, que no son los que «las leyes condenan y la…
La ciencia confirma el tipo de sangre que se encuentra en hostias investigadas en milagros eucarísticos
La ciencia lo confirma: se encuentra la misma sangre tipo AB en hostias investigadas en milagros eucarísticos acaecidos en diversos
Milagros Eucarísticos de los últimos años
Probar la existencia de un milagro como tal puede ser una ardua labor que ha asumido la ciencia a fin de darnos respuestas. Uno de los milagros eucarísticos que más evidenciamos…..