Parto de una pregunta: ¿los laicos son -somos- meros receptores en la Iglesia o también emisores, al grado de poder sumar activamente en la formación de las vocaciones a la vida consagrada y al sacerdocio ordenado? Respondo desde la historia que siempre nos orienta cuando el camino no es tan claro. Catalina de Siena, laica dominica del siglo XIV, con sus cartas influyó en la visión de muchos, incluido el papa Gregorio XI, a quien lo invitó a volver a Roma. Concepción Cabrera de Armida, madre de familia mexicana de los siglos XIX y XX, enriqueció la vida espiritual de varios obispos mexicanos y sacerdotes de diversas nacionalidades. Por ejemplo, la de Mons. Ramón Ibarra y González, 1er arzobispo de Puebla o la del P. Félix Rougier Olanier. A la luz de todo esto, podemos afirmar que los laicos, desde su experiencia de Dios y profesionalización en distintos campos, pueden…… Continuar leyendo
Autor: Carlos J. Díaz Rodríguez
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