El tiempo pasa, pero el recuerdo permanece. No se puede olvidar el origen, el hogar familiar, el lugar donde una familia se gesta y comienza una vida nueva. Algo de esto ha tenido lugar en un escondido pueblo de Soria que raya al Norte con La Rioja. Me refiero a Valdeprado. Aquí nace en 1861 Pedro Jiménez Vallejo, quien, con el paso de los años, toma el hábito de la Virgen del Carmen con el nombre de Pedro José de los Sagrados Corazones y termina sus días en este mundo asesinado por odio a la fe el 31 de julio de 1936 en Toledo. Junto a él son asesinados otros 15 carmelitas descalzos en dicha ciudad. Pero volvamos ahora a su pueblo, a su familia, a sus vecinos.
Autor: Rafael Pascual Elías OCD
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