De entre los libros del canon bíblico, quizá el más incomprendido sea el Apocalipsis. Reducido por algunos católicos “tibios” a una especie de cuento fantástico que debe leerse únicamente en sentido metafórico e ignorado de plano por la mayoría, que lo ve como un revoltijo de profecías indescifrables, el relato apocalíptico -con sus correspondientes correlatos en el discurso escatológico de Jesús y en las epístolas de San Pablo– no deja de ser un sobrecogedor llamado a la esperanza y a la conversión; una pieza divinamente inspirada de auténtica literatura de resistencia para los tiempos más aciagos, que serán los últimos.
Autor: Guillermo Villa Trueba
Impresionantes evidencias de la presencia de Dios en el vino y el pan
Desde hace muchos años han ocurrido manifestaciones de Dios en el momento de la eucaristía. Se han desencadenado una serie de fenómenos, en diversos países de todo el mundo que…
¿Cómo rezar cuándo nos abruma las preocupaciones?
Las emociones que acompañan a las crisis son a menudo descritas como una sensación similar a olas gigantes rompiendo tú alrededor. Por eso, en sus Ejercicios Espirituales, San Ignacio de Loyola proporcionaba el…
Articulo Juan Manuel de Prada ‘Un Poco de Paciencia’
Terminábamos nuestro artículo anterior con una observación muy atinada de Concepción Arenal, que nos alertaba sobre los males más pavorosos, que no son los que «las leyes condenan y la…