Es curioso que este verano y otoño coincidan dos novedades culturales que denuncian el uso abusivo de los niños por parte de adultos. En la novela La Protegida, de Rafael Tarradas Bultó, ambientada en la Cataluña de 1880, una organización siniestra secuestra niños para ponerlos a trabajar como mano de obra esclava en una fábrica textil clandestina. La novela (de aventuras, romance, choque de clases, investigación, con malvados muy malvados y otros personajes más complejos) se lee muy bien, como todo lo de Tarradas Bultó, pero a partir de cierto momento pierde el interés por los niños secuestrados. Lo que está claro es que son niños pobres y huérfanos, de calles y orfanatos, que no importaban a nadie.
Autor: Pablo J. Ginés
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