(ZENIT Noticias / Ciudad del Vaticano, 10.04.2025).- Era poco antes de la una de la tarde del jueves 10 de abril, cuando un murmullo inesperado se transformó en entusiasmo en la gran nave de la Basílica de San Pedro. «¡Es el Papa! ¡Es el Papa!», exclamaron los gritos de asombro, resonando entre las columnas de mármol. Durante unos minutos, el antiguo ritmo de la vida vaticana se interrumpió suavemente con la visita inesperada del Papa Francisco: una visita sin previo aviso, sin palabras, profundamente humana.
No se trataba de una gran audiencia papal, ni de una celebración litúrgica cuidadosamente coreografiada. Era un momento privado, transformado por su misma simplicidad en algo inolvidable. El Santo Padre, aún recuperándose de una enfermedad y prácticamente ausente de la atención pública en las últimas semanas, había salido discretamente de la Casa Santa Marta y…
Autor: Redacción Zenit
Misericordia de Dios: Nunca se cansa de perdonarnos
La misericordia de Dios se manifiesta de diversas formas, ya sea a través del apoyo y la consolación de otras personas, del sacramento de la confesión que nos permite liberarnos…
La Iglesia al fin de los tiempos
Artículo realizado por el Padre Emmanuel André X. El Advenimiento del Juez Supremo Vano es intentar precisar la hora en que tendrá lugar el segundo advenimiento de Nuestro Señor,siendo como es…
Encontraron en Dios, la libertad y paz interior que tanto necesitaban
Los mensajes de Dios llegan en el momento menos esperado. Aunque muchas veces, hemos escuchado historias de conversión precedidas por fuertes acontecimientos, como accidentes o enfermedades, también existen conversiones, gracias…