Tal vez el rasgo más distintivo de nuestra época –siquiera en el plano moral, pero son consecuencias inevitables en todas las facetas del existir– sea el abandono de la razón y la exaltación de las emociones. Se ha impuesto la idea de que toda decisión moral no es un juicio de la razón práctica, sino la expresión de lo que los sentimientos de cada quisque consideran correcto en cada momento. Y si el emotivismo ha reemplazado las elecciones morales, era inevitable que terminase reemplazando también la fe religiosa, convertida en un puro sentimentalismo.
Así la definen los propios jerarcas religiosos, que para quejarse de tal o cual agresión blasfema dicen que «hiere los sentimientos religiosos». Parece como si la fe religiosa fuese un conjunto (un batiburrillo, más bien) de sensaciones, emociones y estados de ánimo… una menestra sentimental que nos mantiene en…
Autor: Juan Manuel de Prada
Comulgar en la boca en época de pandemia
Te queremos compartir este artículo del Padre Ángel María Rojas, S.J. escrito en agosto del 2020, donde nos explica cómo comulgar en la boca, sobre todo, en estos tiempos de…
Ex ateos que comprobaron que Dios, tiene un plan perfecto para cada uno de nosotros
Muchas veces Dios espera y actúa sobre nosotros a través de terceras personas o sucesos que pueden parecer muy sencillos y no llaman nuestra atención. Y en realidad, su plan…
Los 12 pasos que nos llevan a la esclavitud del orgullo, según San Bernardo
El orgullo es un pecado que puede manifestarse de diversas formas y llevarnos por un camino de autodestrucción espiritual. Continúa leyendo este artñiculo para conocer cuales son los pasos que…