Autor: Ramón Rabre
Santos Primo y Feliciano, hermanos mártires. 9 de junio.
Estos dos hermanos eran naturales de Roma, de una familia de grandes bienes y riquezas, pero pagana. Se convirtieron a la fe de Cristo por la predicación del papa San Félix I (30 de diciembre), aunque no confesaron su fe públicamente para mejor dedicarse a socorrer a los pobres y perseguidos por Cristo con sus propias riquezas. Visitaban a los pobres y enfermos, a los cristianos presos, fortaleciéndoles en la fe. Esta actividad apostólica les delató como cristianos, pero por su alcurnia les dejaban pasar por alto mientras no se declarasen cristianos públicamente.
Eso fue hasta finales del siglo III, cuando subió al trono Maximiano como co-emperador de Diocleciano. Resolvió este emperador exterminar a los cristianos, llenando de sangre y carnicería el imperio. Eran ancianos nuestros hermanos y llevaban treinta años dedicándose…