Santas Flora y María, virgenes y mártires. 24 de noviembre.
Las palabras anteriores resuenan en la Córdoba del siglo IX hasta hoy. Son las que la joven Flora dice a su hermano musulmán.
Educada en la fe del Islam pero convertida a la fe de Cristo, Flora había huido de su casa junto a su hermana Baldegoto, para vivir con cristianos y poder recibir los Sacramentos y la Palabra del Señor, ejercer la oración y la caridad libremente. No dejó pasar esta afrenta el hermano y en venganza, hizo encarcelar sacerdotes, asolar monasterios, con lo que Flora, dolida, y por proteger a sus hermanos de fe, volvió junto a su hermano de sangre, al que dijo la frase con que…
Autor: Ramón Rabre
¿Cómo rezar cuándo nos abruma las preocupaciones?
Las emociones que acompañan a las crisis son a menudo descritas como una sensación similar a olas gigantes rompiendo tú alrededor. Por eso, en sus Ejercicios Espirituales, San Ignacio de Loyola proporcionaba el…
Articulo Juan Manuel de Prada ‘Un Poco de Paciencia’
Terminábamos nuestro artículo anterior con una observación muy atinada de Concepción Arenal, que nos alertaba sobre los males más pavorosos, que no son los que «las leyes condenan y la…
Descúbre las apariciones de la Virgen de Medjugorje: Te llevamos hasta ella
La Santísima Virgen María es la persona más importante de toda la creación, y es hora de que reconozcamos su amor. Las apariciones de la Virgen de Medjugorje han sido atacadas durante muchos años por aquellos que se niegan a creer en Ella…seguir leyendo