Santas Flora y María, virgenes y mártires. 24 de noviembre.
Las palabras anteriores resuenan en la Córdoba del siglo IX hasta hoy. Son las que la joven Flora dice a su hermano musulmán.
Educada en la fe del Islam pero convertida a la fe de Cristo, Flora había huido de su casa junto a su hermana Baldegoto, para vivir con cristianos y poder recibir los Sacramentos y la Palabra del Señor, ejercer la oración y la caridad libremente. No dejó pasar esta afrenta el hermano y en venganza, hizo encarcelar sacerdotes, asolar monasterios, con lo que Flora, dolida, y por proteger a sus hermanos de fe, volvió junto a su hermano de sangre, al que dijo la frase con que…
Autor: Ramón Rabre
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