Gran parte de lo que sabemos de san Justo se lo debemos al obispo y erudito san Isidoro de Sevilla (506-636). Era hermano de Justiniano (obispo de Valencia), de Nebridio de Egara (sacerdote) y de Elpidio (quizá obispo de Huesca).
San Justo firmó en las actas del Concilio II de Toledo (año 527) y en las del Concilio Provincial de Lérida (año 546). Además de sus tareas episcopales, desarrolló una intensa labor como escritor, conservándose un comentario al Cantar de los Cantares, una oración en honor de san Vicente mártir y algunas cartas.
En el crucero de la Seo de Urgel había una capilla del siglo XIII dedicado a este santo, considerado como el primer obispo que tuvo Urgel. En el siglo XI eran veneradas sus reliquias, y aunque después desapareció su culto, éste revivió con el estudio de la época visigoda, celebrándose su fiesta el 28 de mayo.
Autor: Pablo Sierra
7 pasos para una parroquia: de tener «consumidores de sacramentos» a multiplicar los discípulos
«Id y bautizad y haced discípulos», pedía Jesús. Las parroquias, bautizar, bautizan. Bautizan a cualquier bebé que les lleven. Pero ¿hacen discípulos? Un discípulo es alguien que tiene una relación…
Los 18 beneficios de asistir a la Santa Misa
La misa es el encuentro con Dios Nuestro Señor, pero no sólo con Él, también con nuestro interior, haciendo que mejoremos cada día más como personas. Este encuentro con Nuestro…
Las profecías de León XIII y su exhortación a rezar el rosario
El Papa León XIII escribió en muchas de sus encíclicas, entre ellas una que cumplió 130 años el pasado 22 de septiembre, Octobri mense, la importancia de rezar el Santo Rosario…



















