Toda revolución abre una herida en el orden natural de las cosas. Se presenta como una liberación, pero en realidad introduce una inversión del principio: donde antes reinaba la verdad, se instala la voluntad; donde había jerarquía, surge la horizontalidad; donde existía obediencia, se exalta la autonomía.
Y, tras ese terremoto, la historia ofrece solo dos salidas: la contrarrevolución que restaura el orden o la cristalización de la revolución, que se convierte en nuevo dogma y endurece su dominio bajo apariencia de normalidad.
La lógica irreversible de las revoluciones
La revolución no dura: se consolida. Su fuerza no está en el grito inicial, sino en la costumbre que deja. Lo verdaderamente peligroso no es el caos del primer momento, sino la institucionalización del desorden, cuando los herederos de la ruptura aprenden a vivir de ella.
Cuanto más tiempo pasa sin reacción,…
Autor: Carlos Balén
El cielo es la Plenitud de la comunión con Dios
Aprendamos un poco más sobre la comunión con Dios y cómo nos ayuda a mejorar nuestra vida y, al mismo tiempo, ayuda a mejorar la vida de los demás, porque…
Los hallazgos científicos que sugieren su autenticidad como reliquia de la Sábana Santa de Turín
Los partidos políticos españoles no quieren a los provida cerca de los abortorios. Les hemos hecho daño y van a por nosotros….seguir leyendo
Milagros Eucarísticos de los últimos años
Probar la existencia de un milagro como tal puede ser una ardua labor que ha asumido la ciencia a fin de darnos respuestas. Uno de los milagros eucarísticos que más evidenciamos…..



















