La experiencia de culpa la tenemos todos. Somos personas, pero no autosuficientes, por lo que debemos responder de nuestra existencia, y además no siempre nuestro comportamiento es bueno ni responsable.
La falta, percibida por el no creyente como culpa ante su conciencia, adquiere para el creyente la calificación de pecado. La razón es la relación del creyente con Dios. No existe pecado, en el pleno sentido de la palabra, más que en referencia a Dios y a la vida a la que Él nos llama. Pero de una manera u otra, todos somos llamados por Él y por ello hemos de responder de nuestras malas acciones.
El sentimiento de culpabilidad puede ser muy valioso, porque con sus premoniciones impide el mal obrar y con el malestar consiguiente me apremia a desaprobar lo injusto y evitarlo en lo sucesivo. Todo ser humano lleva en sí abundante material para unos sentimientos de culpabilidad…
Autor: Pedro Trevijano

Continuar leyendo en: www.religionenlibertad.com
Adoración Perpetua: Qué es y por qué cambiará tu vida
La adoración perpetua o eucarística es un método de oración personal profunda que durante siglos muchos santos han recomendado practicar. Sigue leyendo este artículo para que conozcas más detalles que…
No celebres Halloween, sino quieres rendir a Satán sin saberlo.
Holywins, es la alternativa al culto a los demonios que celebramos cada primero de noviembre Tal vez muchos de nosotros hemos celebrado Halloween cuando éramos niños, porque nos parecía divertido…
La cultura es el camino de la Nueva Evangelización
El objetivo del Papa San Juan Pablo II de involucrar a la cultura en la Nueva Evangelización fue la construcción de una civilización del amor como fuente de libertad y…


















