Lo sabíamos desde que llegó o desde que lo conocimos. Lo sabíamos. Sabíamos que este día llegaría y que sería un día no sólo triste pero también triste. Sabíamos que algún día nos tendríamos que decir «que el Padre Carlos ha dicho que se va» de la parroquia de San Gregorio Taumaturgo, Sarriá, Barcelona. Él devolvió el espíritu de comunidad a un barrio muy cínico. Él recuperó a nuestros jóvenes de su nihilismo y los convocó a la semejanza de qué están hechos. Por una vez sentimos que una misión nos llamaba a algo más importante que nosotros mismos. Ayer fue sido su última Misa. No podemos estar para siempre bendecidos. No podemos pretender que una prodigiosa e inmóvil bendición nos proteja para siempre. No se puede ser eternamente afortunado. Hoy va a ser otro día de trabajo.
Cuando el Padre Carlos llegó se encontró una iglesia vacía, una ciudad y…
Autor: Salvador Sostres
Los 18 beneficios de asistir a la Santa Misa
La misa es el encuentro con Dios Nuestro Señor, pero no sólo con Él, también con nuestro interior, haciendo que mejoremos cada día más como personas. Este encuentro con Nuestro…
Misericordia de Dios: Nunca se cansa de perdonarnos
La misericordia de Dios se manifiesta de diversas formas, ya sea a través del apoyo y la consolación de otras personas, del sacramento de la confesión que nos permite liberarnos…
Profecías de al Virgen que se están cumpliendo ahora
Muchos años atrás Nuestra Señora del Buen Suceso describió las catastróficas profecías sobre los siglos XIX y XX, profecías que hoy se están cumpliendo con exactitud. Cuando se dice que…